Le he escuchado decir en más de una ocasión a Xavier Sala Martin, últimamente desaparecido desde el 1-0, que la bolsa está en manos de un grupo de histéricos y psicópatas, y poco tienen que ver con la economía real y su desarrollo. Diría que no le falta razón al catedrático de economía de las americanas imposibles al leer la noticia de la que trataré a continuación...

Explican diversos medios que Netflix se hunde en bolsa a pesar de haber ganado un 485% más y la culpa la tienen los usuarios. La compañía de streaming tuvo 327 millones de beneficios en el segundo trimestre de este año, una mejora sustancial que sin embargo no ha podido frenar un batacazo en los mercados. La clave está en que no cumplieron el objetivo de usuarios, situado un millón por debajo de lo previsto.
Las cifras del negocio de Netflix son de vértigo. Miles de millones de facturación que Netflix tradujo en un beneficio neto de 384,3 millones de dólares (327 millones de euros) en el segundo trimestre de 2018. La cifra representa una mejora nada menos del 485,8% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, según informó la compañía estadounidense de distribución de películas y series en línea. Sin embargo, la bolsa no ha recibido bien estos resultados por un motivo: el número de usuarios al cierre del trimestre, 130.140.000, se queda un millón por debajo del objetivo marcado por la plataforma.
Los resultados trimestrales de Netflix fueron acogidos con frialdad por los inversores y sus títulos cayeron alrededor de un 13% en las transacciones electrónicas posteriores al cierre del mercado de Wall Street. El motivo, según los analistas, es la desconfianza que genera que no se hayan cumplido los objetivos de suscriptores. Si estos no crecen al ritmo previsto, será cada vez más difícil hacer frente a las millonarias inversiones previstas por la compañía para seguir creando la ingente cantidad de contenidos que nutren su catálogo.

Como se puede ver se trata de un mercado cada vez más competitivo que tiene riesgos no controlados, sobre todo si se deja la bolsa en manos de estos psicópatas histéricos. Unos psicópatas que da la sensación de que lo que hacen es 'jugar a la bolsa', no invertir, y eso a la larga es muy peligroso para su bolsillo y en el fondo para el nuestro.