Hoy en día, la catástrofe más grande pasa desapercibida si no hay imágenes, especialmente videos. Y el incidente más absurdo puede tener gran protagonismo si alguien lo ha filmado.
La agresión de un policía nacional contra el periodista Jordi Borràs no ha tenido prácticamente ningún efecto sobre el agresor pero, si hubiera habido un vídeo por medio, seguramente los mossos lo habrían detenido, el juez de turno se habría visto obligado a hacer algo decente y los superiores jerárquicos del agresor lo habrían tenido que suspender de empleo (y seguramente de sueldo) abriéndole un expediente sancionador. En un país donde todos los ciudadanos son iguales de verdad, esto es lo que habría pasado. En España, si no hay vídeo, la cosa puede terminar, y ya lo he dicho otras veces, con el periodista Borràs (catalán) imputado por haber puesto la nariz en el camino del puño del policía (español).
Por cierto, quien sabe de la importancia de los vídeos es la señora Arrimadas, pero ya se ha dado cuenta de que necesitaba unas vacaciones cuando le hicieron un “Tortosa”. Se paseaba, con sus corifeos, por la ciudad del Ebro, sin que nadie ni siquiera la mirara. El video de alguien abucheándola que buscaba se le volvió en contra y nació el término “hacerle un Tortosa” a alguien, es decir, ignorarlo.
La primera vez que oí la expresión hacer un Tortosa fue a Quim Torra referido al Rey, no al emérito sino al hijo de este con motivo de siu próxima visita a Barcelona por la celebración del 17-A. Reconozco que no sabia el significado de la expresión, hasta que Carles Porta en su artículo de la vanguardia me ha aclarado el significado de: hacer un Tortosa. Me gusta, no hay insultos, ni agresiones y jode, és ignorar a alguien, más educadamente de lo que pueda parecer, sobre todo si se presenta a un acto al que no ha sido invitado. Al Monarca actual le sucede como a M.Rajoy, no ha leído a Maquiavelo, y al exPresidente ya le ha costado el cargo.