En un día del año 1987 nació el niño Cinco Mil Millones. Vino sin etiqueta, así que podía ser negro, blanco, amarillo, etc. Muchos países, en ese día eligieron al azar un niño Cinco Mil Millones para homenajearlo y hasta para filmarlo y grabar su primer llanto.
Sin embargo, el verdadero niño Cinco Mil Millones no fue homenajeado ni filmado ni acaso tuvo energías para su primer llanto. Mucho antes de nacer ya tenía hambre. Un hambre atroz. Un hambre vieja. Cuando por fin movió sus dedos, éstos tocaron tierra seca. Cuarteada y seca. Tierra con grietas y esqueletos de perros o de camellos o de vacas. También con el esqueleto del niño 4.999.999.999.
El verdadero niño Cinco Mil Millones tenía hambre y sed, pero su madre tenía más hambre y más sed y sus pechos oscuros eran como tierra exahusta. Junto a ella, el abuelo del niño tenía hambre y sed más antiguas aún y ya no encontraba en si mismo ganas de pensar o creer.Una semana después el niño Cinco Mil Millones era un minúsculo esqueleto y en consecuencia disminuyó en algo el horrible riesgo de que el planeta llegara a estar superpoblado.
Mario Benedetti
3 Comentarios
A la edad de treinta y tres años se suicidó, gaseándose dentro de su coche, Kevin Carter, el fotógrafo sudafricano que tomó la foto de la niña famélica sudanesa con el buitre a sus espaldas. Nada hizo suponer que esto influyera en su decisión de dejar de vivir tan tempranamente.
ResponderEliminarEs que sacar una foto como esta y que la premien, es buena, pero quizás este fotógrafo que se suicidó no hizo nada por salvar a esa niña. Triste es el mundo en el que vivimos. Y todo depende del lugar en que se nace. Un abrazo.
ResponderEliminarLo mas probable es que influyera. Esta foto es terrible de las que no se olvidan.
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