RESACA POST ELECTORAL

Después de las elecciones de ayer y en plena resaca post electoral, todos los Partidos dirán que han ganado, cada uno a su manera, aunque lo claro es que quien más votos ha conseguido ha perdido y quien menos ha ganado, y los ciudadanos andaluces han perdido.

Con una participación del 46,5% solo hay algo que hacer: dar gracias al universo de que el que esté enfrente de la democracia sea solo Santiago Abascal, y no un Salvini, una Le Pen, un Trump o un Bolsonaro, Porque se hubiera convertido en el emperador de Al-andalus entrando en Sevilla montado en su caballo. Desafortunadamente en Andalucía se ha producido lo que ya sucedió antes en Francia, Italia, Polonia, Hungría, EE UU o Brasil. La gente está tremendamente desmotivada de la política al uso y se ha cansado, y esta deriva permite a algunos individuos entrar en el escenario político.

Los 36 años de gobierno socialista. Los ERES, han dejado Andalucía como segundo plato. El efecto rebote del procés, omnipresente en toda la campaña, han sido en gran parte la causa de la debacle de Susana Díaz, cuyos asesores por cierto se han lucido. Si Mariano Rajoy tuvo la culpa del crecimiento del independentismo, éste ha incentivado la reacción de la ultra derecha, y la consecuencia es una vez más, más desigualdad, más pobreza, más fascistas y más xenofobia, machismo y violencia. Y es sólo el principio, esperemos que de momento Sánchez no adelante las elecciones, no seria lo más adecuado y esperemos también que VOX tenga dificultades en encontrar gente para ocupar los cargos políticos de estos 12 diputados que ellos mismo se esperaban. VOX és un partido cuyos dirigentes caben en un taxi, y aunque tenga mucha financiación externa y toda la simpatía de Aznar no tiene estructura de partido grande, y crearla no es fàcil.

Aquí de lo que se trata, és de detener la ofensiva global de la extrema derecha azuzada por Steve Bannon y los suyos; es una operación de acoso y derribo del bipartidismo en toda regla que hay que detener si o si, nos va la supervivencia de las pocas libertades de las que aún disfrutamos, y parece que hay muchos andaluces que no lo han entendido. Una vez más el pueblo soberano se ha equivocado a la hora de votar.