Aparte de la crítica de los Mossos, el agente R77175H, responsable del operativo de la Guardia Civil que intervino más de nueve millones de papeletas y sobres electorales en una nave en Bigues i Riells, explicó a primera hora que el cuerpo vio el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, entrando y saliendo del espacio en tareas de vigilancia previa. A preguntas de la Fiscalía, relató con detalle cómo se produjo el registro el 20 de septiembre y explicó que después de hacer seguimientos al entonces director general de Patrimonio, Francisco Sutra, y cargos del departamento de Economía concluyeron que en aquella nave se podía esconder material electoral. En una de las visitas a los exteriores del espacio, en días previos al 20-S, vieron a Torra.

No deja de ser curioso que en septiembre de 2017, un brigada de la Guardia Civil fuera capaz de reconocer a Quim Torra, en una época en que sólo lo conocían en su casa y apenas. Es exactamente el tinglado de la antigua farsa, las declaraciones de los Guardias Civiles, y Marchena consintiéndolas, narinan narinan, solo les falta la trompeta y el sombrero de papel de periódico.
Alguna vez había reflexionado en el sentido de que tal vez la historia se debería escribir al revés, partir del presente e ir siguiendo hacia atrás, todo tendría más sentido, y eso es lo que se evidencia de cómo la Fiscalía (presuntamente) ha adiestrado a los testigos de la Guardia Cvil, para que construyan el relato de ahora hacia atrás para que cuadre con el relato del Juez Llarena, sólo así se entiende que un Guardia Civil recuerde haber visto a Carme Forcadell donde no estaba, y además lo recuerde ahora, y que el Brigada R77175H ​​fuera capaz de reconocer a Quim Torra en septiembre de 2017. Si esto es un Estado de derecho que venga Lerroux y lo vea.