La democràcia ya tiene precio: DemocrApp, la aplicación que permite vender y comprar votos. La ley electoral española dice que solicitar un voto a cambio de una remuneración económica es un delito, pero los impulsores de DemocrApp intentan encontrar su hueco. Si tiene 62 años y vive en la provincia de Tarragona, su voto a ERC vale 89,20€. Si usted es de Lleida y tiene 38 años, su voto a VOX vale 29,12€; casi lo mismo que el voto a Junts por Cataluña de un joven de 24 años en Barcelona: 24,31€. Mientras que el voto al PP de una persona de 80 años de la provincia gallega de Ourense vale 158,04€.
Es el precio a la democracia que calcula el algoritmo de DemocrApp, una aplicación que aún está en desarrollo pero que sus impulsores esperan que esté disponible de cara a las elecciones españolas del 10 de noviembre. El precio de un voto, aseguran, puede llegar a pagarse por 540€.
¿En qué consiste? Hay dos partes: el donante de voto y el comprador. El donante debe enviar una fotografía de su DNI y otra de su tarjeta censal, para comprobar su edad y la provincia. El comprador del voto paga, la aplicación retiene el dinero, y cuando el donante envía una prueba que ha efectuado correctamente su voto (como por ejemplo un vídeo) recibe el dinero que le han sido prometidos.
Según la ley electoral es un delito - El artículo 146 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral sostiene que solicitar el voto de un elector por medio de una remuneración será castigado con una pena de prisión de entre seis meses y tres años o con una multa de 12 a 24 meses. El principal impulsor de la aplicación, José Luis Galeón explica en declaraciones al Mon que la abogada de DemocrApp trabaja para encontrar un modelo que bordee cualquier prohibición de esta ley. "En principio no debe haber ningún problema", defensa, y argumenta que "se trata de un acuerdo privado entre dos personas".
Además, defiende que "una persona sólo puede vender o comprar un voto; es decir que no puede venir un magnate y comprar la mitad de los votos en España ".
De todos modos, Galeón asume las trabas legales que puede suponer la puesta en marcha de esta App y se escuda en que otras aplicaciones como Cabify o Uber también han tenido sus "problemáticas".
La intención de los creadores de la aplicación es que DemocrApp esté disponible el 10-N, una fecha que los lleva "de cabeza" después de tanta "incertidumbre" en las negociaciones, afirma Galeón. De todos modos, el líder de la aplicación explica que también están desarrollando "una versión en catalán por si hay elecciones al Parlamento tras la sentencia del Tribunal Supremo". "No estaría mal exportarlo a otros países", añade Galeón, y pone como ejemplo el Reino Unido y el Brexit.
Galeón tiene 32 años y explica que él y el resto del equipo que trabaja en DemocrApp vienen "de la órbita del 15-M". "después de bastantes años sufriendo preacariedad económica y política", afirma. Preguntado por si él o alguno de los trabajadores provienen del ámbito político, responde que no y se define como un 'outsider'. Lamenta, pero que el "fracaso de las negociaciones" haya impedido formar "un gobierno de izquierdas". - elmon.cat
Es el precio a la democracia que calcula el algoritmo de DemocrApp, una aplicación que aún está en desarrollo pero que sus impulsores esperan que esté disponible de cara a las elecciones españolas del 10 de noviembre. El precio de un voto, aseguran, puede llegar a pagarse por 540€.
¿En qué consiste? Hay dos partes: el donante de voto y el comprador. El donante debe enviar una fotografía de su DNI y otra de su tarjeta censal, para comprobar su edad y la provincia. El comprador del voto paga, la aplicación retiene el dinero, y cuando el donante envía una prueba que ha efectuado correctamente su voto (como por ejemplo un vídeo) recibe el dinero que le han sido prometidos.
Según la ley electoral es un delito - El artículo 146 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral sostiene que solicitar el voto de un elector por medio de una remuneración será castigado con una pena de prisión de entre seis meses y tres años o con una multa de 12 a 24 meses. El principal impulsor de la aplicación, José Luis Galeón explica en declaraciones al Mon que la abogada de DemocrApp trabaja para encontrar un modelo que bordee cualquier prohibición de esta ley. "En principio no debe haber ningún problema", defensa, y argumenta que "se trata de un acuerdo privado entre dos personas".
Además, defiende que "una persona sólo puede vender o comprar un voto; es decir que no puede venir un magnate y comprar la mitad de los votos en España ".
De todos modos, Galeón asume las trabas legales que puede suponer la puesta en marcha de esta App y se escuda en que otras aplicaciones como Cabify o Uber también han tenido sus "problemáticas".
La intención de los creadores de la aplicación es que DemocrApp esté disponible el 10-N, una fecha que los lleva "de cabeza" después de tanta "incertidumbre" en las negociaciones, afirma Galeón. De todos modos, el líder de la aplicación explica que también están desarrollando "una versión en catalán por si hay elecciones al Parlamento tras la sentencia del Tribunal Supremo". "No estaría mal exportarlo a otros países", añade Galeón, y pone como ejemplo el Reino Unido y el Brexit.
Galeón tiene 32 años y explica que él y el resto del equipo que trabaja en DemocrApp vienen "de la órbita del 15-M". "después de bastantes años sufriendo preacariedad económica y política", afirma. Preguntado por si él o alguno de los trabajadores provienen del ámbito político, responde que no y se define como un 'outsider'. Lamenta, pero que el "fracaso de las negociaciones" haya impedido formar "un gobierno de izquierdas". - elmon.cat
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