La joven activista Greta Thunberg está a pocos kilómetros de llegar a Doca de Alcántara, en Lisboa, donde espera estar hoy martes 3 de diciembre, tal como ella misma apuntaba en un tuit el pasado sábado. "Estamos acelerando hacia Europa! La hora prevista de llegada en este momento es el martes por la mañana. Llegaremos a Doca de Alcántara, Lisboa. Espero veros allí!", Aseguró.
Y la pregunta que me hago y os hago es, ¿que hace una adolescente en un catamarán de Brasil a Portugal? y de Portugal a Madrid en coche eléctrico (eso sí) a la conferencia del COP25 sólo para decirles a los dirigentes mundiales: "How you dare" (Cómo os atravéis), en referencia al famoso discurso que hizo en la Cumbre Climática de la ONU. Porque este es todo el discurso de Greta, que se ve no va a la escuela o a la Universidad, todo el día catamarán arriba catamarán abajo.

El caso de Greta Thunberg es sintomático de la decadencia e infantilización de toda una sociedad, en este caso global, una frivolización vulgar y casi patética de los problemas que ha creado esta misma sociedad y sus Gobiernos, unos problemas que tampoco tienen demasiada intención de solucionar por más reuniones que vayan haciendo, ya lo decía en el escrito de ayer. Y lo más triste y preocupante es que a medio o quizás a corto plazo afectará a la chica, que puede acabar siendo un juguete roto más, exprimida en primer lugar por sus propios padres, con no se sabe bien qué intención, y la colaboración de la prensa y medios en general que han agrandado al personaje. Cada vez estamos más cerca de Idiocracia.