Hay que ver cómo se han revuelto los patriotas españoles (aquellos que dicen que no son nacionalistas) y que rápido han salido con un anglicismo como #Spexit para abominar de la Unión Europea el día en que 'condenaban' a su País por aquello de Junqueras. No han entendido nada de la resolución del TJUE, quizá porque ellos todavía deambulan en el siglo XIX. Son los malditos nacionalistas que no saben que lo son y criminalizan al otro nacionalismo que aunque errado al menos es consciente de que lo es. Ya lo decía Machado de España: envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora, y el problema es que ignora mucho.
Una de las pocas cosas lúcidas que dijo M.Rajoy a lo largo de su penosa carrera política fue: Créame, no se equivoque, el problema no es España, es Madrid, la corte de Madrid.
Los nacionalismos destruyeron el sueño de la Europa humanista, y aunque España ha tardado bastante, ya tiene suficientes escaños dominados por su extremismo identitario, como para hacer temblar ante la sola idea de que empiecen a pedir la disolución europea. Curios ellos que criticaban a Cataluña por querer marchar de Europa (que no era eso) y ahora son ellos, los de la corte de Madrid los que se quieren ir, no se puede ser más incongruente.

Con la Unión Europea, sus organismos y su burocracia se debe ser crítico, será no que ha sido criticada por todos a menudo y con razón, y es cierto que las decisiones de sus tribunales superiores no siempre contentan los tribunales nacionales de los diferentes países. No obstante, son una garantía de justicia para todos estos países y no un atropello a la soberanía. Con la inmunidad parlamentaria de Oriol Junqueras se cometió un grave error por parte de la Justicia de España y eso es lo que ha dicho la UE. ¿Tiene sentido que los eurodiputados disfruten de inmunidad? Puede discutirse, pero es lo que dicen las leyes que nos hemos dado entre todos, y sólo los fanáticos piden cambiar una ley cuando no les beneficia una sentencia. Promover la fuga europea por una colleja es una reacción infantil, una rabieta con tics rancios típicamente franquistas.
Además, ahora que no me lee nadie, el Juez Marchena no tiene nada que perder aunque se enroque en el sostenella y no enmendalla, y mantenga a Junqueras en prisión haciendo caso omiso a la sentencia de Luxemburgo. Ya tendrá la cohorte de admiradores que le aclamará el tiempo que haga falta, al fin y al cabo, Marchena ha hecho el trabajo sucio que le encomendaron, y quién pierde en este maldito embrollo aparte de Junqueras, no es Marchena, sino el actual Gobierno de España.