Una tarde de estas aburridas vi la película Lucy en Movistar+, no sabía que el director era Luc Besson, sino ya no me hubiera quedado y habría hecho bien. La película arranca bien, tiene buenas escenas de acción muy bien resueltas, mejora y entretiene pero va perdiendo hasta llegar al esperpento de los últimos veinte minutos. Ya avisan los flash-backs iniciales de animales que no va del todo en serio. Entre los errores lógicos y de concepción y el patético final la película se queda en una simple sucesión de despropósitos. Morgan Freeman cada vez es menos selectivo a la hora de elegir un papel y aqui hace un papel de pasmarote. No quiero entrar en la interpretación de Scarlett Johansson, para mí todo lo hace bien.
'Lucy' es una peli tramposa que se marca un "explicaré una confluencia pseudocientífica-filosófica a chorros que seguro que más de uno se queda con los rasgos y efectos especiales y pasa inadvertido el pésimo y poco creíble guión". Al final de la película -lo siento-, pero tengo que hacer un Spoiler, Lucy (Johansson) llega a desarrollar el 100% de su capacidad cerebral y se transforma en energía en estado puro, y fué aquí cuando recordé unas afirmaciones de Kam Yuen, ingeniero aeroespacial y doctor en Quiropraxia, este decía en una entrevista hace un par de años en la Vanguardia varias cosas interesantes: "Cuanto más dependemos del saber, más difícil resulta sentir", sería una de ellas.
Pero hay otra afirmación que me llamó la atención 'Antes éramos energía', o sea que el cuerpo lo ocupamos después, al menos el de los primero homínidos, un poco dentro de la filosofía del monolito de 2001 de Kubrick. De hecho ya he manifestado en más de una ocasión que el cuerpo es un lastre pesado del que un día conseguiremos desprendernos para ser lo que éramos antes, energía en estado puro, lo cual no estaría tan alejado de la resurrección que pregonaba Jesús.
Hay un precedente en esta teoría del hombre nuevo, el hombre energía. Este era el objetivo final de Hitler, no era la implantación de la raza aria, ni la conquista del mundo; esto sólo eran los medios de la gran obra perseguida por Hitler; El fin verdadero era hacer obra de creación, obra divina, mutación biológica; resultado de ello sería una ascensión de la Humanidad aún no igualada, "la aparición de una humanidad de héroes, de semidioses, de hombres-dioses". »
Hitler pretendía crear una raza perfecta en un estado perfecto, el hombre nuevo, el hombre superior, para llamar así la atención de los que nos habían abandonado aquí, para decirles: estamos preparados para abandonar el lastre del cuerpo y ser como vosotros, sólo energía en estado puro...