LA INTELIGENCIA FRACASADA


Hace años apareció en un periódico alemán una carta quejumbrosa escrita por el ingeniero que había diseñado los hornos crematorios para los campos de exterminio nazis. Se quejaba de que nadie había reconocido la calidad técnica de su invento. Eliminar con rapidez y eficacia uno o dos o tres millones de cadáveres no es tarea fácil. La cadencia de eliminación de residuos humanos tenía que ser sostenible, barata y veloz. ¿Que pensáis de esta reclamación del ingeniero alemán?. No conviene escandalizarse precipitadamente, porque todos utilizamos con frecuencia un criterio parecido. La tecnología militar, por ejemplo, es maravillosa. Soy un apasionado de la aviación y me resulta imposible no admirar la perfección de un avión de caza, su salto de delfín metálico rompiendo el puro aire. Pero la carrera de armamentos se da en un marco irracional. Esa belleza sólo sirve para matar.  Durante la guerra fría, en los arsenales atómicos había bombas suficientes para destruir cien veces el planeta. Es decir que el 99 por ciento de las bombas eran inútiles. Sin duda, aquella proliferación estaba racionalmente decidida, pero dentro de un marco insensato....
...los pensamientos o actividades que son en sí inteligentes, pueden resultar estúpidos si el marco en que se mueven es estúpido.

Jose Antonio Marina (La inteligencia fracasada)
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