Catalunya lidera el ranking de comunidades autónomas donde se producen más ocupaciones de viviendas: 600 al mes; 20 al día desde enero a junio, informan en la Vanguardia. Los datos facilitados por el Ministerio del Interior indican que si bien Catalunya no es la comunidad donde más han aumentado las denuncias en lo que va de año, es con diferencia la autonomía más afectada por las ocupaciones. En el primer semestre del año se habían presentado 3.611 denuncias, casi medio millar más que en el mismo período del año anterior. Unas cifras disparadas si se comparan con las 1.183 denuncias presentadas en Andalucía, o las 657 de la comunidad de Madrid, casi un centenar menos que en el mismo periodo anterior, lo que supone incluso un descenso de un fenómeno angustioso sobre el que circulan a más leyendas urbanas que incrementan la sensación de inseguridad de la gente. El gráfico que acompaña estas líneas muestra la evolución de los datos oficiales en España, sin contabilizar las denuncias que los perjudicados realizan directamente a los juzgados.
Casos como el de Altafulla ya no son una excepción, y la impunidad de las bandas ocupas es total, frente a inacción de la policía municipal o los mossos, que en vez de ceñirse a la ley, deberían aplicarla modificada, aspecto que debería preocupar a la Generalitat. que en vez de reprobaciónes monárquicas y peleas internas, sobre este tema si que puede legislar y debería hacerlo ya, es más, debería haberlo hecho hace tiempo, ya que no sé si son conscientes de la sensación de inseguridad y desamparo de los ciudadanos cuando salen de su casa de fin de semana, o simplemente de compras cualquier tarde y se encuentran a su regreso que les han ocupado su vivienda. Es urgente actuar con la ley en la mano modificada sobre esta lacra, o acabaremos teniendo serios problemas de convivencia.
Entiendo que se habla ahora del fenómeno ocupa porque estamos en verano, o por el aumento detectado, pero el fenómeno es viejo, y ya he hablado de él en más de una ocasión. Ocupa y sus derivados procede, obviamente, de la palabra empleo. La ocupación de viviendas abandonadas ha existido siempre, y en Catalunya este hecho creció considerablemente durante los años 1960 y 70, como forma de dar salida a la gran demanda generada por la afluencia de población del campo a las ciudades.
Los ocupas surgen a mediados de los años 80 en Berlín a imagen y semejanza de los squatters ingleses. Detrás de varios titubeos con la denominación (porque no existía en catalán ninguna palabra para llamar la ocupación de viviendas y locales), adoptan el nombre de ocupas, escrito con una «k» contracultural y punk. Para los ocupas, la diferencia entre «ocupar» y «okupar» reside en el carácter político de esta última acción, en el que la toma de un edificio abandonado no es sólo un fin sino también un medio para denunciar las dificultades de acceso a una vivienda.
Ocupar y okupar, no tiene ninguna justificación legal, bajo ningún concepto o excusa, una vivienda habitada o no, tiene un propietario y no hay ningún derecho que justifique el empleo de esta vivienda, ni para hacer centros okupas, ni por ningún tipo de necesidad, sea la que sea. Ocupar no es legal. El problema es que la ocupación crea indefensión al ciudadano que tiene una vivienda que ha pagado con esfuerzo durante muchos años, y un día se puede ir quince días de vacaciones y al volver encontrarse casa ocupada, y aqui ya tiene un grave problema, no puede entrar en su casa y tampoco puede echar a los ocupas. Con suerte, o pagando para que se vayan los ocupas, o acudiendo a la justicia podrá recuperar su propia vivienda, aunque en el segundo caso puede tardar dos o tres años.
Se debería reformar urgentemente la ley de manera que la propia penalización hiciera desistir de ocupar, porque sino y en cierto modo quien ve ocupada su vivienda podría denunciar al Ayuntamiento y al Gobierno de connivencia con los ocupas, aunque fuera por omisión.
En la escalera de casa hay dos pisos ocupados, el 1º 1ª por unos gitanos con 5 hijos, y el 3º 1ª por una pareja de bolivianos con un niño pequeño. Los propietarios de ambos viviendas ocupadas traspasaron hace poco y la herencia no está clara, pero la cuestión es que estás ilegalmente ocupados, no pagan los gastos de la escalera, y la luz, agua y gas de momento los paga la cuenta corriente de los difuntos y cuando se acaben el dinero, ya pincharán los ocupas la luz y lo que haga falta, que de eso saben mucho.
También en esto de los ocupas, la Justicia es un cachondeo, o mejor dicho, la ley lo es, y quizás debería acabar con esta indefensión en la que se encuentra cualquier ciudadano si está más dos días fuera de casa, o tiene una segunda residencia, que tiene todo el derecho si lo ha pagado con su dinero.
Ocupa, sea con c o con k, es sinónimo de caradura o karadura, más que necesidad, no jodamos, ocupar, en cualquiera de los casos es un delito. Y si es  por necesidad que ya sé que la hay en muchas familias, esta no es la manera de solucionarlo, ya se cuidan los ayuntamientos de procurarles viviendas sociales.