QUE EL NIÑO VAYA AL BOTELLÓN



Por qué veáis que la cosa del botellón no es nueva, que viene de lejos, he encontrado esta carta de una madre orgullosa dirigida al entonces alcalde Joan Clos y la consellera Tura; una carta del año 2006, en que ya se vislumbraba un panorama de comportamiento inconsciente juvenil y no tan juvenil, que esa es otra. No todos los del botellón son adolescentes, hay mucho grandullón treintañero también, y tenemos el precedente de 'La Ruta del bakalao', - esta sí, esta no -.

Es posible que la pandemia y el cierre del ocio nocturno haya aumentado la celebración de botellones, y el hecho de emborracharse como objetivo, que se solía dar en las discotecas, ha dado el salto a las calles y plazas, digamos que los adolescentes y los que no lo son tanto han salido del armario. No es nuevo pues el movimiento, y sería necesario que la policía le pusiera freno antes de que se acabe de imponer la recuperada moda. Por el bien de los vecinos y de los mismos botelloneros, no sea que acaben como los de Coria haciendo huevos fritos con Fairy, que una droga lleva a la otra, sólo es cuestión de tiempo.

«Estoy orgullosa de que mi hijo vaya al botellón»

Querido señor alcalde Joan Clos y queridísima consellera de Interior señorita Montserrat Tura. Nací y vivo en Barcelona, y el pasado día 17 de Marzo mi hijo y yo salimos por la noche a participar del «macrobotellón» convocado espontáneamente en toda España, ese que, como ustedes bien saben, no pudo celebrarse en esta ciudad. Por... leer más

2 comentarios:

  1. Con padres permisivos no necesitan los chavales enemigos fuera de casa. Ya van bien apañados con los de dentro.
    Poco a poco vamos retomando el nuevo curso bloguero.
    Saludos.

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