Ningún navío surcó el cielo nocturno, ninguna ciudad ardió, ningún ejército arribó a las orillas por las que moriríamos
Ningún dictador fue coronado. Desperté en una noche silenciosa, no oí ningún ruido, los merodeadores asaltaron por la noche y trajeron la muerte a mi ciudad natal, Destruyeron nuestras familias, nuestras fábricas
Y nos quitaron nuestros hogares. Muerte en mi ciudad, muchachos.
Bruce Springsteen (Death To My Hometown)
No hay comentarios:
Publicar un comentario