Me acabo de enterar a través del periódico, y a los tres meses del hecho, que la sucursal gerundense de la ANC llevó a cabo una reunión a oscuras, como muestra de solidaridad con Ucrania. Supongo que, puesto que en Ucrania apenas tienen electricidad a causa de la guerra, nuestros héroes catalanes quisieron vivir un ratito como ellos, y saber en propia piel lo que es la guerra, los bombardeos, la muerte, el hambre, el terror y el no poder darle al interruptor de la luz. Sólo espero que en próximas reuniones no les dé por solidarizarse contra la violencia doméstica, o acabarán todos a bofetadas. De entrada hay que decir que exactamente a oscuras no están, porque aunque tienen las luces apagadas, queda claro que no es noche cerrada y cierta claridad invade la estancia. Pero se entiende la buena voluntad escénica, y confío en que el pueblo ucraniano haya agradecido cómo se merece un gesto tan simbólico.

En otro orden de cosas pero con la simbología gilipuá de fondo, explica Quim Monzó, que con motivo del día mundial del Medio Ambiente, la alcaldesa de Gijón, Ana González, ha hecho una propuesta que sin lugar a dudas figurará entre los hitos históricos de la humanidad. La alcaldesa González propone que, para contribuir a la reducción de la huella de carbono en el planeta, los usuarios de WhatsApp eviten clicar en el ok: “Casi todo el mundo tiene WhatsApp y pertenece a grupos de WhatsApp. Pues fijamos una norma en los grupos de WhatsApp y en nuestras relaciones, que sea que cuando alguien nos dice 'hasta mañana' o 'nos vemos mañana', no empecemos todos a poner 'ok', porque cada uno de esos 'ok' implica huella de carbono”. Estoy finalmente descargarme WhatsApp, no pinchar nunca ok y, así, convertirme en un héroe medioambiental.