El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, sorprendió a todos el miércoles cuando volvió a visitar la vaca Fadie de una ganadería del Valle de los Pedroches de Córdoba, a la que en la campaña de 2018 pidió el voto en tono de broma y ahora ha vuelto de nuevo en busca de la suerte para el 19J. Aquello fue improvisado, cuando los medios gráficos tomaban imágenes de una visita a la ganadería, y el vídeo fue objeto de críticas y comentarios jocosos por parte de otros partidos, principalmente el PSOE. El acto de esta semana, en cambio, estaba organizado, Moreno ha posado con la vaca y le ha pedido ayuda: "Me tienes que traer suerte otra vez".
De hecho, no debería sorprendernos esta actitud, el Pp tiene una fijación con las vacas, una fijación que viene de lejos...
Tras ver las imágenes del candidato del PP en Andalucía pidiéndole el voto a una vaca, uno llega a pensar que el Pp tiene algún problema con las vacas, quizás es que son más del toro. Deambulaba Juanma Moreno en algún acto por la provincia de Córdoba, cuando de repente se acercó a una vaca y le dijo: "¿Tú vas a votar al PP o no?". Y añadió: "¡Dime que sí, hombre!".
Y claro, de entrada tienen un problema con el tema del sexo de las vacas, pues a una vaca no se le pone nombre de hombre, si acaso nombre de mujer o se la llama señora vaca, ya tuvo en su día el intelectual gallego Nuñez Feijoo un problema con las vacas, protagonizando uno de los momentos singulares en una campaña anterior en Galicia. El candidato, que durante la primera parte de la carrera electoral no se cansó de recordar sus orígenes rurales, y que se presentaba como quien mejor puede defender los intereses de la Galicia interior, visitó una explotación ganadera. Mientras paseaba con el granjero, le preguntó por qué todas las vacas tenían nombre de mujer. La respuesta del granjero fue la más evidente: "Porque son todas vacas". La anécdota la utilizaron Touriño y Zapatero en el mitin que ofrecieron juntos en Vigo, en el que instaron al candidato del PP a "volver a la escuela" para aprender a diferenciar "entre vacas y toros".
Hace varias elecciones, la vicesecretaria Andrea Levy decidió hablar a los votantes rodeada de vacas y su mensaje se perdió ahogado entre bramidos. Lo mismo hizo Mariano Rajoy en una granja. El expresidente se acercó al micrófono y dijo: "Buenos días". Y la respuesta a su saludo nos llegó con nitidez: "Múuuuuuuuu". Entiendo que quieran trasladar que tienen propuestas para el sector ganadero, al fin y al cabo consideran a sus votantes en cierto modo ganado, como cuando el resto de candidatos se rieron de Rajoy por irse al campo y reconocer que las alcachofas le emocionaban profundamente. Pero, de ahí a acercarte a una vaca a pedirle el voto cuando todas las encuestas te dan como presunto ganador, hay un abismo, Parece que a Juanma Moreno más que la fuerza, le acompaña la estulticia.
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