Los precios de los artículos de consumo siguen aumentando, solo hay que fijarse en algunos precios de hace seis meses y el actual, y muchos artículos han subido más de un 10%, menos el tabaco que vale igual de momento. Hace unos días leí un artículo que ratificó lo que llevaba meses pensando y no me había atrevido a compartir: los artículos han reducido considerablemente su tamaño. Al principio lo noté con los productos de consumo, como chocolate, bolsas de patatas o snacks varios. Pero pronto me di cuenta de que eso ocurría en la mayoría de productos: menor cantidad aunque su precio fuera el mismo o incluso aumentara.
Desde hace unos meses, como una marea invisible, la reduflación ha inundado los supermercados de España. Un modo sinuoso de no perder dinero, engañando al consumidor. Las bolsas de frituras traen más aire que producto, incluso algunos consumidores se quejan de que el sabor también se ha alterado; pero no saben si también ha afectado a su calidad. ¿Acaso no debiera haber un control en todo ello? Reducir progresivamente el tamaño de los productos implica al castigado consumidor, recibir la inflación desde dos flancos distintos: el aumento del precio y la reducción de tamaño de los productos.
Es fácil fijarse en que la mayoría de tu compra se ha encogido en tamaño y multiplicado en precio. Algunas empresas han hablado directamente de la reducción del tamaño de sus productos debido al aumento de las materias primas, otras en cambio han decidido silenciarlo. Esta marea silenciosa que desde hace unos meses batea con fuerza, unida al aumento progresivo de los precios, como hemos sabido esta misma semana con el IPC situado en el doble dígito, y el aumento del precio de la luz y los carburantes…, crea una alarma generalizada en las familias que sufren la merma económica y ven con preocupación la escalada progresiva de precios. Solo queda esperar qué medidas tomará el Gobierno para ayudar a sostener esta situación, aunque me temo que la respuesta seria: ninguna. No estan los señores y señoras del Gobierno para estas menudencias de pringados.
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