SOSTIENE NIÑO BECERRA



El economista Santiago Niño Becerra, no deja pasar la oportunidad de dar su opinión sobre los grandes desafíos económicos a los que se enfrenta la sociedad contemporánea. Pone en duda los criterios habitualmente aceptados sobre crecimiento económico, el desempleo, los efectos de la guerra de Ucrania... Ahora se ha pronunciado claramente sobre uno de los problemas actuales de España: el envejecimiento.

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El pasado domingo, el diario 'El País' publicaba un artículo titulado: 'Más inmigrantes y jubilaciones tardías, los salvavidas para la España de los 200.000 centenarios'. Esa misma mañana Niño Becerra saltó a las redes sociales para soltar su opinión, con un inicio demolidor: "Ya saben: pienso que ni la solución es esa ni vendrá por ahí...", arranca el tuit.

A continuación, el economista desarrolla un hilo en que explica su línea argumental: la solución al envejecimiento vendrá por "un aumento exponencial de la productividad obtenido por la implementación de tecnologías cada vez más sofisticadas desarrolladas por un capital crecientemente concentrado".

Niño Becerra continúa: "Y será al revés: la demanda de trabajo irá cayendo porque cada vez más tareas serán automatizadas. En ese escenario -agrega- la población pasiva aumentará y los recursos públicos y privados serán cada vez más insuficientes para atenderla: se ha alcanzado la actual esperanza de vida gracias a una sanidad pública que no es sostenible y no es sustituible por una privada porque las decrecientes rentas medias no podrán pagarla".

"La esperanza de vida -continúa Niño Becerra- decrecerá excepto para una élite". Y lo ilustra con un ejemplo: "Nos hallamos en un momento parecido a lo que sucedió con el transporte terrestre a finales del S. XVIII: mejoraron los pavimentos y se diseñaron carros mayores a la vez que se desarrollaron los canales. Pero la solución llegó con el ferrocarril. En términos económicos ni es necesaria más población ni es sostenible, hace falta más inversión, más investigación, más innovación y más productividad."

"Los recursos, ni son infinitos ni son gratuitos ni todos podemos tener un Ferrari; por creer eso y actuar en consecuencia estamos donde estamos: en un planeta que se abrasa y ocupado por 8.000 millones de personas de las que el 90% ni malviven. Se sigue aumentando el tamaño de los carros, pero ese no es el camino", relata el economista, que acaba el hilo con una advertencia: "Desgraciadamente la realidad llegará de improviso (como suele ocurrir)"

Esperamos que esta vez el economista tampoco acierte en sus previsiones. Este hombre me recuerda a un jefe que tenía que cada vez que hacía un nuevo cliente decía. ¿Este ya pagará? y claro, cuando alguno no pagaba me decía, lo ves, ya te lo dije. Niño Becerra es un catastrofista bien informado que poco acierta, aunque a base de predicciones y predicciones catastrofistas de vez en cuando alguna acierta. En realidad nadie sabe que va a pasar dentro de diez o veinte años. Hasta ahora todas las previsiones a futuro han sido fallidas y esto sin contar con pandemias ni guerras inesperadas. Ante este desbarajuste, tengo la ventaja de hacerme mayor, - o desventaja -, y puedo decir aquello tan abuelo: Yo esto ya no lo veré.

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