Me pregunto si alguien habrá dicho con claridad que la semilla de la destrucción de la familia moderna, o del matrimonio moderno, no es el divorcio, la infidelidad sexual o cosas por el estilo, sino el hecho de que ya no hay una clase ociosa, ya no queda gente que no esté, en algún sentido, acorralada. El abogado puede amar a su esposa y sus hijos, pero su verdadero amor es la ley. Lo que un hombre hace para vivir, eso lo es todo. Al igual que la casa, la amante, la borrachera, hasta la perversión, el matrimonio es solo un arreglo de conveniencia. Un hombre de esta época en realidad vive (y muere) para su trabajo.
Los hombres, cuanto más siguen los dictados de la ley, menos siguen los dictados del honor. La verdad del arte impide que la ciencia se vuelva inhumana, y la verdad de la ciencia impide que el arte se vuelva ridículo.
Raymond Chandler en A mis mejores amigos no los he visto nunca.
Cartas y ensayos selectos, 2013 - del blog: descontexto.blogspot.com
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