Alguien que ahora no recuerdo dijo: es imposible que un ensayo sea demasiado breve. Quizás si, de hecho, el ensayo perfecto seria aquel que constase de una sola palabra, o como mucho de dos. Pongamos por caso: ensayo, o ensayo ensayado. Vendría a ser como la breve historia del mundo de Ernest H Gombrich, que tiene 231 páginas, que de hecho y tratándose de toda la historia del mundo, quizás si que es breve.
También H.G.Wells escribió una breve historia del mundo, no muy breve tampoco (352 páginas); seguramente Augusto Monterroso lo simplificaría como el sabe, i lo haria realmente breve, podría ser algo así: un día empezó el mundo y aún continúa, de momento....

 O como dice Víctor Canicio: lo bue, si bre, cuatro veces bue.