"Desde esta mañana, Elena os baila y os mira desde su estrella. Gracias por todo". Un escueto y emotivo mensaje desde su cuenta de Instagram ha anunciado este martes el fatal desenlace: Elena Huelva ha muerto a los 20 años de edad, arropada por su círculo familiar y también por los mensajes de cariño y agradecimiento de los seguidores en redes sociales, que se unieron a su batalla para visibilizar el sarcoma de Ewing, siempre con el lema "Mis ganas ganan".
Supe de Elena Huelva a travès de mi esposa que la seguia en instagram, su mensaje era vitalista, sereno, pero sabemos que hay unos tipos de cáncer contra los que por más que luches ellos ganan, y el sarcoma de Ewing, que suele afectar a gente joven és uno de ellos, lo sufrió mi sobrina Raquel que luchó contra el desde los 20 a los 24 años.
Lo que me admira no ya de Elena, sinó de otros que sufren de alguna enfermedad incurable, como seria entre ellos el caso de Pau Donés -el padecia cáncer de colon-, és esa fuerza de voluntad, la lucha optimista hasta el último instante, una fuerza y una lucha que no se si yo seria capaz de mantener, creo que me hundiria en la más profunda de las depresiones, sin ánimos para luchar; però, igual no, mientras hay vida hay esperanza - se dice - y la reacción positiva de Elena, seguro que ha ayudado a otras personas que tiene su misma enfermedad o parecidas, y les ha dado esa fuerza que no le ha permitido seguir viviendo, pero que ha vivido mientras luchaba, con una entereza y ánimo encomiables.
En Bloom una serie australiana, nacen flores donde están enterradas las víctimas de una inundación, son unas flores especiales, rejuvenecen al instante a las personas que comen la especie de uva que éstas producen. Si se diera el caso aquí, seguro que allí donde está enterrada Elena, saldrían flores a cada instante. Descanse en paz en el séptimo cielo de Sisa.
