Notas para el espacio "El rincón y la esquina", con Marta Sanz, en el programa "Hoy por hoy", de Àngels Barceló en la cadena SER. 22 de junio de 2021. - Manuel Delgado Ruiz.
La noción de imbécil tiene dos acepciones. Imbécil como sinónimo de idiota indica deficiencia mental. Equivale a las expresiones políticamente incorrectas de subnormal, tarado, retrasado o la más común de tonto del culo.
Pero imbécil se aplica -como etiqueta o como pregunta- a lo que también llamamos estúpido o sobre todo gilipollas.
El imbécil, en este caso, es una persona virtuosa. Coloca por encima de todo en su actuación la sinceridad y la espontaneidad. Dice lo que piensa y hace lo que cree que debe hacer. Lo hace sin preocuparse de nada que no sea la libre expresión de lo que piensa y lo que le apetece. Es un ser abierto y siempre dispuesto a mostrarse tal y como es.
Es eso lo que le hace constantemente suscitador de situaciones incómodas, puesto que no entiende el lenguaje de la interacción y no tiene en cuenta la expectativa que los demás tienen sobre él en cada momento.
Digamos que no entiende los principios de la copresencia cara a cara, no lee el código de cada encuentro y no se resigna a adaptarse a los términos en que se produce cada circunstancia.Su conducta es por ello sistemáticamente impertinente. En eso consiste la impertinencia, es decir el arte de decir de cosas que no vienen a cuento o que chirrían en el contexto en que se pronuncian. El problema no es que meta la pata, sino que no se da cuenta de ello o no le importa. El imbécil no sabe estar, no negocia su papel no "en" sino "como" relación con los demás.
Dicho en resumen: el imbécil es alguien que dice lo que piensa, como si nos interesase una mierda.
Es un artículo impresionantemente bueno. No son imbéciles, son personas que como todos, se buscan la vida, lejísimo de su casa. Nada más. Esta frase, me la quedo:
ResponderEliminar“ Qualsevol etòleg certificaria que el pitjor i més cruel dany que s'infringeix als animals captius no és negar-los la llibertat, sinó la possibilitat d'amagar-se.”
Porque es verdad, los emigrantes van con una etiqueta en la frente sin posibilidad de mimetizarse en la sociedad a la que llegan. Su cultura les estigmatiza o eso nos parece. Porque a lo mejor están orgullosos de ello y precisamente por ello, no pretenden, ni buscan camuflarse entre los que no somos inmigrantes. A lo mejor también nosotros, somos los raros para ellos, no lo sé. A mi nunca me han inspirado desprecio o desconfianza, todo lo contrario, me inspiran admiración y ternura. Mucho más en este país, que es emigrante nato o lo fue. Qué difícil debe ser vivir tan lejos de casa!
Un abrazo fuerte y feliz domingo!
El peor enemigo de un inmigrante es el inmigrante anterior.
ResponderEliminarUn abrazo.