Los datos de la economía Española desmienten el relato catastrofista; se impone un cambio de mirada, también en la oposición. Así lo entienden Juliana y Ónega, ahora sólo falta que lo entienda el Pp de Feijóo. Dicen que la política es aburrida, que cansa, que fastidia al personal, pero la política puede también ser fascinante, interesante si de por medio aparecen Juliana y Ónega, hasta analistas de la realidad del país. Además, en este artículo Juliana retrata muy bien la situación actual a ambos lados de España y de Europa. os puedo asegurar que si todo el país con derecho a voto leyera este artículo, en las siguientes elecciones el PSoe de Sánchez tendría una mayoría absoluta. El problema radica en que como decía Serrat. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, y el Pp de Feijóo, no tiene remedio, me temo.
LA PROPUESTA DE ÓNEGA
"Imaginemos que España hubiera cerrado el 2022 con una tasa interanual de inflación del 12,3%. En estos momentos, el griterío político y mediático sería ensordecedor. ¿No son estos los datos dados a conocer hace unos días. España ha cerrado el? año con una tasa de inflación del 5,6%, la más baja de todos los países de la Unión Europea, seguida de Francia, siendo los países europeos más afectados por la inflación las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), fronterizas con Rusia y sin capacidad de autoabastecimiento energético.El deterioro de las relaciones comerciales con Rusia les afecta de lleno.La media de inflación de los países de la zona euro es al 9,2%.Alemania ha cerrado el año con un 9,8% e Italia se encuentra en un significativo 12,3%, más del doble que España, siendo la tendencia general a la baja frente a un invierno que puede ser mejor de lo esperado.
Dejemos Estonia, Letonia y Lituania a un lado, ya que su situación es muy específica. Imaginemos que los datos de España fueran hoy los de Italia y viceversa. Los italianos sacarían pecho. Giorgia Meloni, que hace tres meses que ejerce de primera ministra (ella prefiere que le llamen 'primer ministro') se apuntaría el gol, y Mario Draghi, jefe de Gobierno hasta el pasado mes de octubre, levantaría la mano, diciendo: el mérito también es mío. En estos momentos se hablaría en la prensa española de Italia como un modelo a seguir. Con un más de un 12% de inflación interanual, el actual Gobierno español estaría al borde del abismo. Podemos imaginar perfectamente cuáles serían los titulares.
Es interesante leer la prensa europea estos días. No existe histerismo. No hay ni rastro de histerismo, por ejemplo en la prensa italiana, pese a ese preocupante índice de inflación, que obedece básicamente al fuerte encarecimiento de la energía en un país que consume mucho gas metano. El Corriere della Sera, el diario con mayor difusión en Italia, ni siquiera mencionaba la inflación en la portada de ayer, básicamente dedicada a los funerales de Benedicto XVI. (Los datos referidos a Italia se conocieron el jueves y aparecieron ayer viernes en los periódicos). La Repubblica, diario cuya línea editorial es hoy de oposición al Gobierno de Meloni, dedicaba una columna de portada al problema de la inflación, sin recurrir a un excesivo dramatismo. "Desafío para el Gobierno", decía el titular. No existe catastrofismo en estos momentos en la Unión Europea. Existe la convicción generalizada de que la economía europea está resistiendo mejor de lo previsto un invierno que podía haber sido terrible en cuanto al aumento del coste de la vida y al suministro de energía. Existe también el convencimiento de que la guerra de Ucrania está siendo un desastre político y militar para Rusia, lo que explica el nuevo paso que acaba de dar Alemania con el envío de vehículos de combate y misiles Patriot a las tropas ucranianas. Occidente trabaja en estos momentos para forzar una negociación entre Ucrania y Rusia antes de que llegue el próximo invierno. No hay catastrofismo europeo en estos momentos, pero sigue existiendo nostalgia de la catástrofe en amplias zonas de la derecha española. Un deseo de tiempo aún peores que no logran disimular.
No son tiempos para ningún tipo de triunfalismo, pero una buena lectura de la realidad sigue siendo una exigencia intelectual básica para políticos y periodistas, y para cualquier persona que tenga que tomar decisiones a partir de una visión de conjunto de la realidad social. España vive momentos complicados, como todos los demás países europeos, pero hoy no se dirige a la catástrofe. Éste es el titular que lleva bajo el brazo el recién llegado año 2023. Con muchos años de profesión encima y con mucha sabiduría acumulada, el periodista Fernando Ónega, colaborador semanal de La Vanguardia, buen conocedor de la política española y hombre de escasas inclinaciones zurdas, lanzaba el pasado miércoles (4 de enero) una inteligente sugerencia al Partido Popular. Una sugerencia referida a la actitud, a la mirada. La propuesta de Ónega da título al vídeo blog de esta semana".
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