LE NOUVEAU DULUTH



Harto de ver reseñas ridículas de restaurantes en internet, hace un mes decidí escribir una yo también, -explica Quim Monzó en su artículo en la vanguardia-. En Google, fui a las valoraciones de uno donde a menudo como, usé un sobrenombre y escribí: “Local pequeño y acogedor. Es famoso por su excelente tortilla de patatas, pero también tienen un sushi de primera, y una insuperable pizza con spaghetti y quattro formaggi. Volveré”. Añadí una foto de un burrito con jalapeños.

En el local en cuestión nunca han preparado burritos. Ni sushi, ni pizza. Hacen cocina gallega. Han pasado las semanas y ningún comentario ha hecho notar la incongruencia de mi reseña. Mucha gente traga las tonterías que los supuestos clientes escriben en estos foros. Una serie de malas críticas –a menudo escritas por perfiles falsos instigados por la competencia– puede arruinar a un restaurante.

No hace ni una semana, Canadian Broadcasting Corporation descubrió que el restaurante de Montreal que ocupaba el primer puesto en las valoraciones de Tripadvisor no existía. Se llamaba Le Nouveau Duluth, en el centro de la ciudad. De los cerca de cuatro mil restaurantes de Montreal, el número 1: ¡poca broma! Consiguió ese lugar privilegiado a base de valoraciones positivas –todas de cinco estrellas– hechas por amigos. Se podían ver varias fotos del local. Cuando alguien telefoneaba para reservar mesa, el inventor del inexistente restaurante les decía que 'désolé' y que los siguientes dos meses lo tenía lleno. Cuando le preguntaban por el menú, contestaba que hacían tapas.

El hombre en cuestión es Charles Deschamps, un comediante quebequés que está hasta las narices de las reseñas online. Antes, los restaurantes se ganaban la reputación a partir de las valoraciones de críticos que habían conseguido prestigio a lo largo de años. Ahora las valoraciones las hacen palatrecos que no sabrían diferenciar un huevo poché de un marrón glacé, y perdón por la rima.

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