“Primero vinieron las metáforas, pero como yo no era metáfora, no me importó. Después vinieron a por la ironía, pero como yo no era ironía, tampoco me importó. Más tarde se llevaron los adjetivos, pero como yo no era adjetivo, tampoco me importó, y ahora vienen a por el símil; ánimos, que aún no es demasiado tarde”. Algo así sugeriría yo a una editorial si me contratara como lector de sensibilidad para revisar la obra de Bertolt Brecht. Luego anotaría que el poema atribuido a él lo escribió Bond, James Bond, tambien revisado por los lectores sensibles.

Reflexiona para el diario.es Irene Lozano sobre los lectores sensibles,