DE PROGRES REACCIONARIOS

“Soy un reaccionario, en el sentido autén­tico. Reaccionaría contra muchas cosas del pasado, así como del presente… Algunas de las cosas que deseo ya han sucedido y, por lo tanto, yo las conservaría; otras no todavía y, en consecuencia, me uniría a una revolución para obtenerlas”. El entrecomillado es de un artículo de G.K. Chesterton, publicado en la Illustrated London News en 1920. (la vanguardia). Con menos trufado intelectual, este es el tipo de reacción y de reaccionarios que se esconden bajo el malestar europeo del presente. Personas con ánimo de preservar lo que entienden bueno, por viejo que sea, y descartarse de lo malo, por muy moderno que sea su envoltorio. Y también al revés.

El articulo de Chesterton és ilustrativo, de hecho, no es que Europa evolucione hacia un conservadurismo a ultranza, és que no se ha  movido de él desde los tiempos de Chesterton. Sólo que ahora se ha quitado la careta y no aparenta ser liberal, pero es reaccionaria de toda la vida.

Preocupa la reacción de las sociedades europeas, definida de un modo excesivamente facilón, como conservadora. El desasosiego es especialmente intenso entre aquellos que ostentan una concepción patrimonial de lo que debe calificarse como progreso. En realidad no estamos ante un resurgir del conservadurismo, que en el fondo ha existido de siempre. Estamos ante algo mucho más sustantivo. Porque lo que tenemos es un despertar reaccionario. Pero no entendido a la manera peyorativa, con la negatividad con la que es tratado el vocablo desde la izquierda, el liberalismo o, en menor medida pero también, desde el mismo conservadurismo.

Hay quien pretende explicar el reaccionarismo que se detecta entre la juventud por la simple manipulación de algunos youtubers. Pero esta definición es demasiado simple. lo que sucede es que estos youtubers o los gurus de la ultraderecha, les dicen a estos jóvenes lo que nosotros también pensamos, pero no nos atrevemos a decir por lo del políticamente correcto. Y eso si debería preocuparnos, ahora resulta que ser de derechas y protestar, más que de reaccionario, se trata de ser progre.