Activistas de Greenpeace han desplegado una lona en la emblemática Puerta de Alcalá de Madrid en la que preguntan a los principales candidatos a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), Alberto Núñez Feijóo (PP), Santiago Abascal (Vox) y Yolanda Díaz (Sumar), si el cambio climático "se la suda". Gracias a la inteligencia artificial, en la lona se ve a los cuatro adversarios políticos "sudorosos y quemados", sufriendo en su piel algunos de los impactos del cambio del climático, como son las altas temperaturas que actualmente padecemos.

¿El cambio climático os la suda?, reza bajo la imagen, en la que los dos candidatos de derechas aparecen sonriendo y los dos de izquierdas con gesto serio. 

Los activistas de Greenpeace, que han colocado la lona en plena ola de calor y a pocos días de la jornada electoral, llevan carteles con el lema "vota por lo que más quieras". Las primeras reacciones a la pancarta han llegado por parte de la candidata de Sumar, Yolanda Díaz, quien ha respondido en la misma cuenta de Twitter al vídeo de Greenpeace. "Combatir la emergencia climática es un pilar del programa de Sumar. Tenemos un plan de emergencia y un proyecto de futuro para avanzar en una transición ecológica justa, potenciar las energías renovables y luchar contra la sequía", ha escrito Díaz.

En esta línea, algunos usuarios de la red social han reprochado a la organización ecologista que equiparara las propuestas medioambientales por igual entre los principales candidatos a las elecciones del 23-J. Por ello, Greenpeace ha matizado que precisamente "por las caras no nos parece que a todas las opciones se la sude por igual". Además, ha aclarado que no creen que "todas las opciones sean iguales" y esperan que aprovechen "esta oportunidad para resaltar sus diferencias" en esta materia.

Uno de los más críticos ha sido el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, que denunció en un tuit la "equidistancia" de la organización al situar a todos los líderes políticos al mismo nivel. "Si fuera socio hoy me daría de baja inmediatamente. Esta equidistancia no solo es repugnante, es además un intento de tomar a la gente por imbécil. Por suerte existen colectivos ecologistas que jamás harían esto".