La aprobación de la amnistía debía ser el momento central de la legislatura, pero ha sido eclipsada por el adelanto electoral en Catalunya. El Congreso ha avalado la ley con los votos de la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez, sin sorpresa alguna de última hora tras el acuerdo del PSOE, ERC y Juntos de la semana pasada que encuentra un nuevo encaje para los delitos de terrorismo y hace algunas modificaciones en la primera versión de la ley. Ahora, la norma pasará al Senado, donde chocará con la mayoría absoluta del PP que la bloqueará durante un par de meses antes de devolverla al Congreso para su aprobación definitiva, previsiblemente a finales de mayo. La tramitación de la amnistía impactará de lleno en la campaña electoral catalana y desde Junts ya alimentan el regreso de Carles Puigdemont para asistir al pleno de investidura, que sería hacia el verano.
Tras negociaciones agónicas, el PSOE, ERC y Junts encontraron al desarreglo para conseguir sacar adelante la amnistía. La fórmula fue un nuevo redactado del delito de terrorismo, de tal modo que sigue excluido de la ley, pero con excepciones que, según los negociadores, permitirán que la causa de Tsunami pueda acogerse a ella. También se hicieron modificaciones en el alcance temporal -ahora toma los hechos desde noviembre de 2011 hasta noviembre de 2023- y en algunos puntos del redactado para hacerla más robusta de cara a los previsibles embates del poder judicial, que seguirá teniendo la última palabra. Los partidos de la investidura celebraron la aprobación de la ley en un ambiente crispado por la derecha de PP y Vox. En el debate, ERC y Junts han aparcado las diferencias para cerrar filas y advertir que el proceso sigue vivo. O eso piensan, no son conscientes de que le acaban de liquidar hoy, pero su corto vuelo no les permite darse cuenta, es lo que les ocurre a los políticos de vuelo gallináceo.
Mientras tanto, y mira por dónde, Pedro Sánchez ha demostrado ser un hombre de palabra, el único en este sainete vodevilesco. Me voy a explicar. Llevan meses acusando a Sánchez de agarrarse a lo que sea para seguir gobernando, y ahora resulta que no era así. Tras la convocatoria de Pere Aragonès de ir a elecciones en Catalunya el 12M al no conseguir que la CUP le apruebe los presupuestos, de rebote Sánchez ha decidido prorrogar los presupuestos españoles hasta el 2025, y ya hoy mismo ha sufrido un revés al abstenerse juntsXcat y ERC en la votación promovida para el PP para investigar el caso Koldo. Quiere decir que Sánchez, ante ese panorama, no tenía por qué haber aprobado hoy la ley de la amnistía. Cuidado, porque ahora se perderán dos meses en esa onerosa inutilidad que es el Senado, que de hecho su única utilidad es la de aplicar el 155. Digo cuidado, porque dentro de dos meses cuando esta ley vuelva al Parlamento, Sánchez se lo puede repensar y decir 'donde dije digo digo Diego' y no siga adelante la amnistía, evitando así el retonno de Puigdemont. Ay señor 'tanto remar para acabar en la orilla'
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