Mi primer teléfono móvil me lo trajeron los reyes de Oriente, desde Andorra hace 29 años. Cumplía dos funciones básicas y muy importantes, (si había cobertura): Llamar y recibir llamadas. No hacía más y es lo que tenía que hacer. De hecho todavía lo conservo y, no sé yo si podría utilizarlo actualmente, lástima que no encuentro el cargador. Una vez se me estropeó la batería y los de Telefónica no tenían recambio. Después de intentarlo varias veces, finalmente la chica de telefónica me dijo 'vaya a El Corte Inglés' y, efestiviwonder, en el Corte Inglés tenían baterías de repuesto para mi móvil.
Cada vez más, tengo la sensación de que al paso que vayamos los móviles harán tantas cosas que no habrá ya la función de llamar y recibir llamadas, que parecería la más importante. De hecho, poco se llama hoy, todo va a base de WhatsApp. Y en el fijo las únicas llamadas que recibes son para venderte algo a la hora de la siesta.
Decían en la tertulia de Rac1 que los emoticonos eran cosa de boomers, que los más jóvenes utilizaban los "stickers", que no deja de ser un emoticono más personalizado y mayor. Decían también que por lo general no les gustaba hablar por teléfono, de acuerdo, a mí no me ha gustado nunca, pero peor son los mensajes de voz en el Whatsapp, que es que mensajes son pódcast, que te obligaban a acelerar a 1,5 la velocidad de la reproducción.
La famosa pregunta de Vargas Llosa sobre “¿cuándo se jodió Perú?”, podría aplicarse al móvil. ¿Cuándo se jodió el móvil?. Pues, a la que se empezó a hacer de todo con él, menos hablar por él, ¿uy porque, se preguntará?, pues porque hablar por el móvil con otra persona, obliga a interactuar, a discrepar, a razonar u argumentar, y esto son conceptos obsoletos, sustituidos por pontificar, descalificar y menospreciar, todo menos dialogar, charlar pausadamente, discrepar educadamente.📞
Johann Cruifjj pasará a la historia como un hombre sabio, no por sus conocimientos de fútbol, no como jugador, o por su capacidad oratoria, y menos aún como entrenador, Johann Cruifjj pasará a la historia como el hombre que nunca tuvo en vida un teléfono móvil, y murió en 2016, lo que significa que tiempo tuvo.