GANAN FEIJÓO Y SÁNCHEZ, PIERDE EUROPA

Soñaba Alberto Núñez Feijóo con ver al presidente del Gobierno cabizbajo, convocando elecciones tras recibir una paliza en las urnas. Pues va a ser que no, aunque su sueño sí se ha hecho realidad en Francia. Macron disolvió ayer mismo la Asamblea Nacional y convocó elecciones ante el fracaso de su partido y la clara victoria de Le Pen. Parece que los franceses saben votar menos aún que los españoles, o quizás sea que estos sean más consecuentes y fieles cada uno a su partido, de hecho, solo en España y Portugal las dos primeras fuerzas son las tradicionales, en el resto de Europa se ha adelantado la extrema derecha, de ahí el titular de: Pierde Europa.

Quería el PP que las elecciones europeas fueran el descabello del Perro Sánchez. Y no ha sido así.  Sólo dos diputados de ventaja sobre el PSOE dan para afirmar que los populares han ganado los comicios. Pero es muy poco botín para las expectativas que desde hace meses alimentaba la derecha española. El escrutinio ha echado por tierra la tesis popular de que el país entero estaba ansioso por echar tierra sobre el cadáver del líder del PSOE y con ello el fin del Sanchismo,

Junto a la impericia propagandística, en el PP también se ha vuelto a utilizar el comodín de Vox –ahora también el de Se Acabó la Fiesta de Alvise Pérez, para explicar por qué Pedro Sánchez sale vivo de nuevo. Como si fuese una anomalía corregible que la ultraderecha tenga en España un espacio propio que ahora ya alcanza, contando a los de Santiago Abascal y al invento de Alvise Pérez, un total de 9 eurodiputados. Mientras, Ciudadanos desaparece definitivamente del mapa político, aunque Alvise Pérez (ex de ciudadanos) haya tomado el relevo, pero su final etsá ya escrito, otra elección europea y seguirá el camino de Alvise Rivera o Alvise Arrimadas. Cañas y Carrizosa tiene un futuro político incierto, siendo como han sido los más honestos y consecuentes del partido naranja, alguien aún les puede recuperar, si es que ellos están dispuestos.

La articulación política de la ultraderecha, que a España llegó con mucho retraso, les pone las cosas más difíciles a los populares. Pero estos están obligados a convencerse de que ésta es una realidad estructural. Así que, como ocurrió en las recientes elecciones catalanas, el PP ha de saber en­contrar la manera de despegar sin contar con el empequeñecimiento del espacio político que tiene a su derecha. El resto de fuerzas andan en el furgón de cola y apenas merecen un comentario, su suerte ya está también echada. Desde el propio PP deslizaron durante todo el día comentarios maliciosos y críticas nada veladas sobre lo mal que se le dan las campañas a Feijóo. Una manera como otra de mostrar al respetable que las cosas no han ido finalmente como esperaban. Disfrute pues Feijóo de su pírrica victoria y ármese de paciencia. Los de ayer, expectativas al margen, son unos resultados aceptables. Ni mucho menos han matado a Sánchez, pero sí le dan vida a Feijóo. Y no es poca cosa si se tiene en cuenta que en el PP siempre hay gente esperando, y uno se queda con la sensación de que esta, és la última bala que le quedaba en la recámara al gallego tranquilo.