4/7/24

'PAJAPORTE' A LA FRUSTRACIÓN

El tema es tan serio que duele reírse. El Gobierno presentó el lunes su plan para evitar que los menores puedan acceder al porno, una iniciativa que parece condenada al fracaso. Puede que el ministro de Transición Digital, José Luis Escrivá, no tenga idea de cómo funciona internet, pero se supone que quienes han concebido el proyecto, sí. El nombre con el que se conoce en las redes sociales a ese pasaporte porno es pajaporte. Cada adulto que quiera acceder a contenido pornográfico deberá descargar antes en su móvil la app Cartera Digital, un proyecto del Gobierno compatible con estándares europeos de identificación que ahora está en una versión beta (de prueba). Este portadocumentos digital, que podrá llevar el DNI, títulos universitarios y otros datos personales, también permite validar la edad del titular.

Cuando alguien entre en una web porno se encontrará una pantalla previa con un código QR que deberá escanear con el móvil para que se abra su Cartera Digital, que utiliza sistemas de seguridad como el DNI electrónico o el sistema Cl@ve. La aplicación advertirá al usuario de que la página quiere usar su credencial de mayoría de edad. Si acepta, la web cargará el contenido. El plan es de corto alcance, porque las webs obligadas a presentar la verificación de edad y el código QR serán sólo las radicadas en España. El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) intentará incluir webs porno extranjeras mediante acuerdos con los navegadores para que también verifiquen la edad antes de cargar sus contenidos. Todo esto se puede flanquear fácilmente mediante el uso de una VPN, una red privada virtual, que sitúa el punto de conexión del usuario en cualquier país que se desee. Hay decenas disponibles en el mercado. ¿De verdad piensan en el ministerio que los menores que ahora acceden al porno no van a encontrar cómo saltar el muro?

Aunque parezca sencillo elaborar un listado de las páginas porno, también hay pornografía en X (antigua Twittter) y en grupos de Telegram. ¿Se les aplicará también la verificación?. Además, el pajaporte ha provocado chanzas porque el ministerio ha fijado un límite mensual inicial de 30 accesos a webs porno y tres entradas con una sola credencial a la misma página. El cupo se renovará automáticamente cuando se agote. Ese límite es cuestión de seguridad, pero lo que queda es que el plan de Escrivá restringe la libertad de adultos sin resolver de forma efectiva el problema que pretendía combatir.

Por último, el ministerio afirma que los accesos a la verificación y las autorizaciones serán seguros y anónimos, pero en algún lugar se registrará quién los obtuvo. ¿Alguien garantizará que no habrá nunca una filtración de esos datos? Desde muchos puntos de vista, es un pasaporte a la frustración. - Francesc Bracero en la vanguardia.com


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