CICLISTAS DE PEGA

En un contexto de aumento de controles policiales en los carriles bici y donde los accidentes con ciclistas implicados bajan aunque generan más heridos graves, los usuarios de estos vehículos de dos ruedas de Barcelona y sus accesos reclaman más flexibilidad. Esta es una de las principales conclusiones del sexto barómetro de la movilidad ciclista, elaborado por el RACC y presentado este jueves. Concretamente, el 57% de los usuarios de este método de transporte reclama que se les trate con la misma tolerancia que a los peatones. El 43% acepta el mismo nivel de exigencia que tienen los conductores de coches y motocicletas. Es la primera vez que el club de movilidad pregunta por esta cuestión en su estudio sobre el mundo de las bicicletas.

“Los ciclistas circulan con una mirada de peatón”, reflexionó el director del área de movilidad del RACC, Cristian Bardají. Según él, el gran reto es la “convivencia” entre los diferentes métodos de transporte. El novedoso dato tendrá más valor cuando se consolide en próximos barómetros y se pueda estudiar su progreso. “Estaremos atentos a la evolución de esta pregunta”, agregó.

Esta es la clave, los ciclistas circulan con la murada de peatón, y eso es muy difícil de corregir.

Hace 70 años que voy en bicicleta, regularmente por la ciudad y los últimos 30 por sus alrededores, y siempre he respetado todas las señales de tráfico, quizás porque iba en bicicleta (ya de mayor) con mentalidad de conductor de automóvil, no de peatón. El problema es que el peatón es el más incívico de todos los semovientes en la ciudad, el más insolidario,  el más imprudente, y dentro del mundo del peatón, el peor de rodos, es el jubilado. Los jubilados son auténtico kamikaze que se saltan un semáforo de peatones en rojo y ante los pitidos de los coches aún alzan el bastón amenazante, o pasean tranquilamente por el carril bici, a pesar de tener una enorme acera a su lado. 

El estudio del RACC, no contempla a los de los patinetes eléctricos, porque me imagino los considera un caso que aunque reciente es ya un caso perdido, como el de los peatones, y es una lástima, porque el invento del patinete que tenía que haber llegado mucho antes a nuestras ciudades, es el más ùtil de todos los medios para desplazarse por ellas, útil y económico, de ahí que haya tardado tanto tiempo en imponerse. Pero eso el RACC no lo puede reconocer ni lo reconocerá, porque sabe que en la ciudad no sobran ni peatones, ni ciclistas, ni patinetes, los que realmente sobran la ciudad, son los automóviles, que al contrario de bicis y patinetes, son caros y contaminan.

Muchos de los ciclistas actuales, son ciclistas de pega, com los de la cancioncilla infantil: 

Una vegada un ciclista de pega
en una corba va caure al mig del fang, 
i en el rulé se li va fer, 
un gros forat que ell es tapava amb un paper.

Mi primera bicicleta era más o menos como ésta, una BH de 1954 con guardabarros, luz delante, un plato y un piñón, después de comer, la cogía y me iba a Castellar del Vallés, Matadepera y Sabadell. Por el camino apenas me cruzaba con camiones y menos aún con automóviles. Recordar, solo, que en aquellos tiempos salíamos de la escuela a las doce y no volvíamos hasta las tres de la tarde, significa que tenía tiempo de sobra.

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