Hablé hace un tiempo de 'hijos de los hombres' la película del director de cine mexicano Alfonso Cuarón. La película es brutal, Cuaron logra crear un cuadro desolador de nosotros mismos con un impresionante trazo hiperrealista, consigue atrapar y ponerte los pelos de punta con una desoladora e impecable ambientación de corte realista de un futuro no demasiado lejano que sobrecoge por su crudeza. Cuaron se mueve a la perfección por el barro que somos como especie y que retrata de forma magistral. Y cuidado, porque la película del 2006 toca un tema real y actual como es de los refugiados, encerrados en jaulas a lo que queda de la City, y lo hace en una dimensión que todavía no se ha dado, pero que todo apunta a que llegaremos a ese punto de obscenidad que refleja el director mexicano, y diría que no tardamos demasiado. En cierto modo, en Gran Bretaña sus hijos en el poder ya ha empezado a dar los primeros pasos. En Hungría también y más que se irán apuntando. En Italia, Meloni ha enviado a los inmigrados a un centro de retención en Albania, pagando claro, Von der Leyen ha dicho que no lo ve mal, eso de externalizar a los inmigrantes, e incluso se ve que el Gobierno quiere crear un centro de externalización de inmigrantes en el aeropuerto fallido de Ciudad Real, además sin que ni alcalde ni Gobierno regional sepan nada. En Francia, como ya tienen el problema más o menos resuelto en las banlieues, por el momento no se han pronunciado.
El panorama es desolador, y como siempre, los Gobiernos europeos han optado por la solución fácil, quitarse el problema de encima, pagando, claro, a ver si san Pedro canta, aunque esta decisión está muy alejada del mensaje y la doctrina de Jesús de Nazaret,