Una mujer fue asesinada este sábado en una vivienda de Pasaia (Gipuzkoa), por disparos efectuados por su expareja, que se entregó posteriormente a la policía y está detenido. Si no me he descontado, con ese asesinato, son 43 las mujeres víctimas de la violencia de género en España. Una violencia que no cesa y que Roberto Bolaño reflejó magistralmente en la parte de los crímenes de 2.666.
La parte de los crímenes (fragmento).... "El último caso del año 1997 fue bastante similar al penúltimo, solo que en lugar de encontrar el bolso con el cadáver en el extremo oeste de la ciudad, el bolso fue encontrada en el extremo este, en la carretera de alfarería que corre, digamos, paralela a la línea fronteriza y que después se bifurca y se pierde al llegar a las primeras montañas y los primeros desfiladeros, según los forenses, llevaba mucho tiempo muerta, de edad aproximada a los dieciocho años, medía entre metro cincuenta y ocho y metro sesenta. interior de la bolsa se encontraron un par de zapatos de tacón alto, de cuero, de buena calidad, por lo que se pensó que podía tratarse de una puta. También se encontraron unas bragas blancas, de tipo tanga. Tanto este caso como el anterior fueron cerrados al cabo de tres días de investigaciones más bien desganadas. de la forma usual. Se rompieron piñatas, se bebió tequila y cerveza. Incluso en las calles más humildes se oía a la gente reírse. Algunas de estas calles eran totalmente oscuras, similares a agujeros negros, y las risas que salían de no se sabe dónde estaban la única señal, la única información que tenían los vecinos y los extraños para no perderse."
Así termina 'La parte de los crímenes' en 2666 de Roberto Bolaño, diluyendo todo el horror a la cotidianidad de la vida. Los que busca fantasmas no los encontraremos. Los que buscan literatura, tampoco. Bolaño utiliza en este texto una realidad tan contundente que acaba por entorpecer nuestros sentidos de lectores. Mientras leemos La parte de los crímenes, centrarnos en los asesinatos (realidad), o en las historias (literatura) que se desarrollan en torno a estos. ¿Existe por parte de Bolaño una búsqueda intencionada de cansar, por acumulación, al lector, de aturdirle con una realidad a la que no podemos enfrentarnos? ¿Es esta crueldad inhumana, oculta, irresoluble e imparable uno de los motivos de la obra de Bolaño? En La parte de los crímenes elige una curiosa forma de mostrarla, apelando a nuestra memoria, a lo fácil que olvidamos los hechos y lo necesario que es no hacerlo. Recordemos, y denunciamos este horror cada día, cada mes, cada año si es necesario, pero no olvidemos.