COMBATIR LAS LLAMAS DESDE LA UNIDAD Y EL BUEN ROLLO

Cuando un bosque se quema, algo suyo se quema, señor Conde - Jaume Perich. Cuando el Perich dice “algo suyo se quema, señor Conde”, está señalando que la destrucción de un bosque no es solo una pérdida ecológica, sino también patrimonial, emocional y cultural –especialmente si pertenece a alguien con título, poder o propiedad. El hecho de que aproximadamente el 72% de los bosques en España sean de propiedad privada añade una capa de complejidad. Perich nos recuerda que, a pesar de su propiedad, la naturaleza no entiende de títulos nobiliarios. El bosque es de todos y su pérdida nos toca a todos.

No sé en España, pero en Catalunya casi todos los caminos forestales, tienen el paso vallado. Incluso para acceder a la Vall d'Horta, es necesario pedir permiso a la diputación. No sé qué pensarían los de la colla de Sabadell, que solían ir a menudo.

Las campañas de prevención de incendios que lanzó Icono a finales de los 80 apostaron por el esfuerzo colectivo, las caras conocidas y una música pegajosa, aunque acabaron fracasando. Joan Manuel Serrat, en uno de los sports de la legendaria compañía de lucha contra los incendios forestales. Todos contra el fuego: combatir las llamas desde la unidad y el buen rollo - Ramón Álvarez

Desde la familia Telerín, que en los 60 instaba los niños a ir a dormir, la televisión española no había tenido otra campaña de concienciación tan popular hasta que en 1988 el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icono) lanzó su recordado “Todos contra el fuego”, una serie de exitosos spots que junto a comerciales –sin citar marcas– como el de la chica nueva en la oficina, las muñecas que se dirigían torpemente al portal de Belén, las burbujas bailarinas o la joven que cabalgaba sobre la arena de la playa invitando a los hombres a tomar una copa forman parte de la historia de la televisión en España.

El organismo que entonces dependía del Ministerio de Agricultura, Pesca y Navegación quiso dar un giro a la insulsa campaña “Todavía estás a tiempo, evita el incendio forestal”, que había tratado de difundir sin pena ni gloria los beneficios del bosque y los riesgos de las actividades humanas en su salvaguardia, para tratar de llegar a amplios sectores sociales con un mensaje más sencillo y directo.

Fue así como la agencia Dardo ideó una serie de anuncios en los cuales una serie de caras populares, a través de una música pegadiza y el ambiente bucólico que ofrecía la propia naturaleza en peligro hacían ver que la responsabilidad de conservar los bosques era de todos y bastaban unos sencillos gestos para conseguirlo, como el lanzar colillas por la ventanilla del coche, recoger los desechos de una excursión o preparar las barbacoas campestres en espacios abiertos y siempre apagar el fuego al acabar. Eso sí, sin olvidar la mención a los agricultores y a prácticas como la peligrosa crema de rastrojos.

La campaña se inició en 1988 con una serie de tres spots y un publirreportaje en los cuales ya se incluyó el popular jingle y las primeras caras de famosos entonándolo y desfilando por paisajes idílicos. Entre ellos lo Fary, Manolo Escobar, los integrantes de La Década Prodigiosa, Mari Trini, Barón Rojo, Mariano Ozores, José Antonio Labordeta o Paquito Fernández Ochoa, en una variada representación del star-system de la época.

En los años posteriores se sumaron otras caras, todas de manera altruista, aunque ya con el liderazgo de cantantes como Miguel Ríos o Joan Manuel Serrat, que lideró la campaña de 1990 junto a un grupo de niños que entonaban la vuelta de una canción que se convirtió en un himno generacional que reproducimos íntegro.

Para mantener el carácter coral de la campaña, aunque sin abandonar el liderazgo de cada spot y donante más protagonismo a las mujeres, otros portavoces del mensaje hasta 1992 fueron el dúo Cruz y Raya, Teresa Viejo, María Escario, Pedro Delgado, José Luis Sanpedro, Jordi Estadella, de nuevo lo Fary, María Teresa Campos, Juan Manuel López Iturriaga, Concha Cuetos y Juan Pardo.

El Fary, en uno de loss espots de la campaña “Todos contra el fuego”

Sin embargo, de la misma forma que Cleo, Cuquín, Maripí, Pelusín, Tete y Colitas no consiguieron cambiar los hábitos de los horarios españoles y los menores no avanzaron el sueño a las siete y media de la tarde (las ocho en verano), el positivismo de “Todos contra el fuego” tampoco consiguió atajar el avance de los incendios forestales.

En 1994, justo antes de la disolución del Icono por la asunción de sus competencias por la mayoría de comunidades autónomas y con las responsabilidades medioambientales en manos del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, las campañas de prevención de incendios dieron un nuevo giro, pero esta vez en sentido contrario, acabando con la inocencia y la unidad anterior.

Sin famosos, con una intimidando voz en off sobre imágenes de destrucción en blanco y negro y datos sobre el número de muertes cobradas por el fuego, la cantidad de hectáreas calcinadas y la advertencia de las penas de prisión que podían comportar cualquier acción que provocara un incendio forestal, intencionada o no, la magia y el consenso de “Todos contra el fuego” fue también pasto de las llamas.

  • El manifiesto:
  • “Un bosque verde es vital, piensa que tu entorno no es de adorno: por qué lo dejas quemar?
  • ”Hoy está en tu mano un mejor futuro legar: un mundo verde y humano.
  • ”Todos contra el fuego, todos contra el fuego, ayúdanos a luchar.
  • ”Esta obra de siglos es para tus hijos y lo tienen que heredar.
  • ”Esta obra de siglos es para tus hijos y lo tienen que heredar
  • ”Todos contra el fuego, todos contra el fuego, nuestro bosque hay que cuidar.
  • ”Que no quede muerto, que no sea un desierto, tú lo puedes evitar.
  • ”Cualquier descuido es fatal, porque asola la montaña y nada vuelve a ser igual.
  • ”Tú lo puedes evitar.
  • Fin de la cita. 

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