Este mes de octubre se celebrará en Madrid el "campenato Nacional de Siesta", Varios artículos se refieren a la siesta como "la costumbre española por excelencia" El campeonato, desde este jueves y durante varios días, contará con la participación de cerca de 360 personas que competirán por ser campeón nacional de siesta, en rondas de 20 minutos y que ganará la persona que duerma más y mejor.
La noticia ha atraído la atención de agencias de noticias como Associated Press, que le ha dedicado un extenso artículo que hace referencia a la siesta como "la costumbre española por excelencia", que se encuentra amenazada "por las exigencias de la vida moderna. Otros medios han hablado en la línea de los tópicos españoles como la paella los toros o las manolas.
La siesta correcta y más generalizada consiste en descansar algunos minutos (entre veinte y treinta, en general, aunque puede durar un par de horas) después de comer, y aprovechar un ligero sueño con el propósito de reunir energías para el resto de la jornada. Otra cosa sería la siesta preconizada por Camilo José Cela, de pijama y orinal de un par de horas que hace te levantes a menudo con dolor de cabeza y medio enturbiado.
La siesta no es patrimonio de España, se practica también en Latinoamérica, China, Taiwán, Filipinas, India, Grecia, Oriente Medio y África del Norte, según he encontrar recabando información, aunque en la línea del tópico está considerada básicamente Española. En muchas empresas de EEUU recomiendan a sus ejecutivos la siesta como medida terapéutica y reparadora para quitarse el estrés del trabajo y recuperar así fuerzas y lucidez de cara al resto de la jornada, e incluso les facilitan espacios donde practicarla.
De hecho, si es cierto que por el tipo de alimentación copiosa de la comida de los españoles, a diferencia de horarios e ingesta del resto de países europeos, parece más lógico se practique aquí que comemos en general tarde y no precisamente de manera frugal. Se supone que seguimos la famosa y desconocida dieta mediterránea que se ve alguien practica en nuestro país, pero en la práctica, desayunamos poco, comemos mucho y tarde y cenamos demasiado, antes de ir a dormir.
Yo soy de los partidarios de suprimir la comida del mediodia y dividir el día en dos comidas, un buen desayuno de cuchara y tenedor sobre las diez de la mañana y una buena cena sobre las siete/ocho de la tarde. El almuerzo del mediodia, además de una pérdida de tiempo productivo, provoca una somnoléncia después que casi obliga a echar la siesta, sobre todo en verano con el calor.
Dicho esto y como fiel practicante que soy siempre que puedo: ¡Viva la siesta!
La noticia ha atraído la atención de agencias de noticias como Associated Press, que le ha dedicado un extenso artículo que hace referencia a la siesta como "la costumbre española por excelencia", que se encuentra amenazada "por las exigencias de la vida moderna. Otros medios han hablado en la línea de los tópicos españoles como la paella los toros o las manolas.
La siesta correcta y más generalizada consiste en descansar algunos minutos (entre veinte y treinta, en general, aunque puede durar un par de horas) después de comer, y aprovechar un ligero sueño con el propósito de reunir energías para el resto de la jornada. Otra cosa sería la siesta preconizada por Camilo José Cela, de pijama y orinal de un par de horas que hace te levantes a menudo con dolor de cabeza y medio enturbiado.
La siesta no es patrimonio de España, se practica también en Latinoamérica, China, Taiwán, Filipinas, India, Grecia, Oriente Medio y África del Norte, según he encontrar recabando información, aunque en la línea del tópico está considerada básicamente Española. En muchas empresas de EEUU recomiendan a sus ejecutivos la siesta como medida terapéutica y reparadora para quitarse el estrés del trabajo y recuperar así fuerzas y lucidez de cara al resto de la jornada, e incluso les facilitan espacios donde practicarla.
De hecho, si es cierto que por el tipo de alimentación copiosa de la comida de los españoles, a diferencia de horarios e ingesta del resto de países europeos, parece más lógico se practique aquí que comemos en general tarde y no precisamente de manera frugal. Se supone que seguimos la famosa y desconocida dieta mediterránea que se ve alguien practica en nuestro país, pero en la práctica, desayunamos poco, comemos mucho y tarde y cenamos demasiado, antes de ir a dormir.
Yo soy de los partidarios de suprimir la comida del mediodia y dividir el día en dos comidas, un buen desayuno de cuchara y tenedor sobre las diez de la mañana y una buena cena sobre las siete/ocho de la tarde. El almuerzo del mediodia, además de una pérdida de tiempo productivo, provoca una somnoléncia después que casi obliga a echar la siesta, sobre todo en verano con el calor.
Dicho esto y como fiel practicante que soy siempre que puedo: ¡Viva la siesta!
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