Lerroux -


Me cuenta a menudo mi padre, que Lerroux se iba comer a una buen restaurante y después se hacía preparar un bocadillo, cogía el tren y al llegar a hacer el mitin de turno, lo enseñaba a los trabajadores: Veis, yo me como un bocadillo, como vosotros.
Este mes de julio en Atenas el partido neonazi Amanecer Dorado ha repartido alimentos a los pobres siempre que acreditaran ser griegos con el correspondiente documento de identidad. La carroña fascista ensañándose con las víctimas de la mala política griega y de la miopía política de la UE.
El SAT y el alcalde de Marinaleda asaltando supermercados y cogiendo comida para los comedores sociales o Anglada y Garcia Albiol haciendo populismo burdo en tiempos de crisis. Populismo y demagogia para prometer soluciones simplistas a problemas muy complejos. Más o menos como los nazis que, ante el paro y la inflación, persuadieron a millones de alemanes que el hambre acabaría desahuciando a los judíos y sometiendo a los ganadores de la Primera Guerra Mundial. La historia insiste en repetirse, y, en el caso Español por lo visto, la culpa de todos sus males es de las autonomías.