Tancredo López, valenciano de el Grao, inventó una peculiar suerte taurina, a la que dió su nombre, que ha llegado hasta la Real Academia.
A fines de siglo, en Cuba, vio a un mexicano, “El Orizabeño” (también llamado “El esqueleto taurino”) que hacía la “suerte del cajón”. La adaptó él como “la suerte del pedestal”: esperaba al toro a pie firme, encima de una pequeña plataforma, pintado de blanco; el toro se acercaba, lo olía, quizá le rozaba pero, ante su absoluta inmovilidad, creyéndolo de mármol, acababa yéndose... Después, para demostrar que se trataba de un auténtico toro bravo, lo toreaban en lidia ordinaria.
Se anunciaba como “El Rey del Valor, sugestionador de toros”. Se presentó en Madrid, en el coso de la calle de Alcalá, el 30 de diciembre de 1900, con el toro llamado “Espantavivos” (¡nada menos!). de la ganadería de Trespalacios. Repitió la hazaña, para abrir el siglo, el 1 de enero de 1901, con un toro de Miura...
En seguida se convirtió en un héroe popular, al que dedicaban coplas: “Don Tancredo, Don Tancredo,/que en su vida tuvo miedo./¡Don Tancredo es un barbián!/¡Hay que ver a Don Tancredo/subido en su pedestal!"
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Pues bien: El Presidente del Gobierno de lo que queda de España, Mariano Rajoy ha adoptado la postura de Don Tancredo, quieto, inmóvil, deja que el toro, o en este caso la vaca le huela, pero no le embiste , y él se queda allí, quieto, inmóvil, impávido pase lo que pase, confiando en que que el tiempo lo arregle todo y quien día pasa año empuja. No sabemos si le baja liquido o algo medio sólido piernas abajo, y el problema es que este toro o vaca no hay quien lo toree en lidia ordinaria.
Anteayer no le embistió, pero si le toreó bien toreado y la bromita costarà 40 mil millones de euros, al erario, o sea a nosotros.
Rodeado de inútiles indigentes mentales, Don Tancredo Rajoy deja pasar el tiempo, y esto es lo que pasa, el tiempo, y él y el resto de su Gobierno sin hacer nada: Sólo despotricar y ladrar contra Cataluña, Mas y la supuesta independencia. Demasiado nerviosos se han puesto para que esta posibilidad sea algo quimérico para Cataluña, muy nerviosos, diría yo, como Sor Aya Saenz de Santamaria haciendo chistes malos de Eugenio y además interpretándolos al revés: me temo que no son dos que van contra dirección Sra. Sor Aya, son muchos: usted y los suyos entre otros, y son incapaces de darse cuenta.
Quizás deberían cambiar las reglas del juego, y quién debería Gobernar no sería el Gobierno sino la oposición, dado que, las ideas, las soluciones políticas o económicas, la creación de puestos de trabajo, las ideas en general, vienen siempre del partido que está en la oposición, nunca del partido del Gobierno, que sea del color que sea cae en un autismo, que de hecho los invalida para Gobernar.
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