"Dédée me ha llamado por la tarde diciéndome que Johnny no estaba bien, y he ido en seguida al hotel. Desde hace unos días Johnny y Dédée viven en un hotel de la rue Lagrange, en una pieza del cuarto piso. Me ha bastado ver la puerta de la pieza para darme cuenta de que Johnny está en la peor de las miserias; la ventana da a un patio casi negro, y a la una de la tarde hay que tener la luz encendida si se quiere leer el diario o verse la cara. No hace frío, pero he encontrado a Johnny envuelto en una frazada, encajado en un roñoso sillón que larga por todos lados pedazos de estopa amarillenta. Dédée está envejecida, y el vestido rojo le queda muy mal; es un vestido para el trabajo, para las luces de la escena; en esa pieza del hotel se convierte en una especie de coágulo repugnante..."


Así empieza El perseguidor, escrito por Julio Cortazar en 1959 dentro del libro de cuentos 'Las armas secretas' cuenta la historia del último período de la vida del músico Johnny Carter durante su estancia en París previa, a su regreso y muerte en Nueva York. Sus ensayos, conciertos y grabaciones, sus actividades como músico, su relación con las mujeres: Lan, Dédée, la marquesa Tica y Baby Lennox, su amistad con Bruno (quien hace de narrador), y su relación con los otros músicos, los momentos en que Johnny abandona el licor y las drogas, las situaciones dolorosas de su vida, como la muerte de su hija Bee, su pasado: infancia, vida en Estados Unidos, matrimonio con Lan, años gloriosos como músico, y finalmente, su regreso a Nueva York.

La dedicatoria In memoriam Ch.P nos muestra que se trata de una biografía ficticia de Charlie Parker "Bird" a modo de homenaje póstumo a su vida y obra musical. Si investigamos la vida de este genio del jazz y su círculo social notaremos que Cortázar altera ligeramente los nombres de los personajes reales para crear los ficticios. Por ejemplo, vemos que Johnny Carter es Charlie Parker, Lan es Chan, la marquesa Tica es la baronesa Pannonica de Koenigswarter, Nica, y Bee, la hija muerta, es preexistente.

Cortazar nos cuenta el cuento o la historia de manera magistral, que más que leer se devora, o en mi caso actual se trate de releer, de lo que habla hoy Luis en 'Mil demonios', aunque he tenido ir al Google para hacerlo, pues el libro de cuentos 'Las armas secretas' que por cierto compré en el aeropuerto de Madrid-Barajas, lo dejé no recuerdo a quién, pueso que no lo encuentro.

si lo quereis leer entero, aquí os dejo el enlace

¡Ah! otro cuento de imprescindible lectura, aunque sea como una patada en el estómago, es el Fiord, de Oswaldo Lamborghini.
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