El nombramiento de Javier Garcia Albiol por parte de la FAES (perdón, de Rajoy), un candidato que une la ideología del Lepenismo y el cretinismo con el franquismo ideológico, es significativo de por dónde se mueve el PP en este momento: la batalla política de aquí a noviembre está planteada como le conviene, o como cree le conviene, se trata de una batalla nacionalista en toda regla, todo lo demás no importa. 
Si alguien cree que el conflicto político en el Reino de España está en los conflictos sociales, o en la forma del estado, monarquía o república, errado, se trata de nacionalismo rancio, puro y duro. Es la base que ha jugado siempre el poder que controla el estado.

Este conflicto nace de la naturaleza misma de España como estado, es la existencia de un nacionalismo que concibe un estado nacional único donde hay otras comunidades y otros proyectos nacionales pero en la reserva, como los indios, controlados. Cuando se redefinió el estado reconociendo la existencia de nacionalidades singulares, inmediatamente se recurrió al "café para todos", no con ánimo de extender una descentralización que tenía que ser buena en sí misma sino para ahogar a catalanes y vascos. El punto de inflexión definitivo fue el 23-F, quien intente ignorar eso desconocerá lo que fue aquel golpe de estado y lo que está pasando ahora, porque en el fondo estamos donde estábamos.

Pero si este conflicto nace de la esencia misma del proyecto unitario español también es cierto que nos encontramos ante una campaña dirigida desde el núcleo duro de la FAES. La decisión de Rajoy de poner Albiol al frente de la campaña catalana es la consecuencia de sus recogidas de firma animando el anticatalanismo y su recurso del estatuto en el Tribunal Constitucional. Ninguna de estas decisiones fueron errores de él, sino pasos de una estrategia dirigida hacia lo que pase en septiembre y noviembre. Y este ha sido en el fondo el gran error, más que de él, de la FAES, Han conseguido que la polarización sea inevitable. Tan inevitable que ha roto todos los partidos catalanes. CiU ha desaparecido, ERC deambula en medio de la lista, el PSC apenas existe, la CUP rascando cual hormiguita pero no avanza; el PPC en estos momentos es marginal y con Garcia Albiol parece que todavía lo será más. C'S malvive en tierra de nadie atrapado en su propia incongruencia, y un "Podemos" que no acaba de confirmarse, unidos en el "abrazo del oso con Iniciativa, buscando una salida a la polarización para sobrevivir.

Y con este panorama, la sociedad catalana está ante un dilema que nunca se había planteado, ya no hay espacio para terceras vías de ningún tipo si es que nunca existieron porque quien tenía el poder no lo permitió, aquí, o se opta por Rajoy o se opta por el nuevo país que proponen los independentistas. Y claro, el dilema desaparece, Cataluña, será, antes independentista que española, o no será. Rajoy solito se lo ha buscado, y todavía no se ha dado cuenta. Se ha ganado a pulso la primera estatua de la Nueva República Catalana en el centro de la Plaza de Catalunya .....

"A Mariano Rajoy y Brey, por su capital aportación a la independencia de Catalunya."