"El uxoricidio, en última instancia, es una consecuencia del matrimonio, como el adulterio y como el divorcio. No creo que sea posible de negarlo. Digo consecuencia, no porque se presuponga, sino porque viene provocado."
Leído a día de hoy, este aforismo de Fuster puede parecer frívolo o cínico, en manos de los de siempre se podría acusarle de permitir, tolerar o justificar el uxoricidio, puesto que ahora hay más remiramiento en todo lo que se refiere al uso de las palabras para definir unas situaciones determinadas y menos capacidad de análisis de texto para entender lo que significa el aforismo, que quiere decir lo que quiere decir y nada más, sin más, Y eso que en su momento era así, ahora, yo mismo, contaminado por la nueva manera de hacer, de interpretar el lenguaje, ya le estoy buscando tres pies al gato.