ESPACIOS ZOMBI

Un espacio zombi no es un espacio sin vida, puede tener incluso mucha vida, es un espacio dislocado, desconectado con los procesos históricos del lugar y de su gente.

La preocupación por la agonía comercial de Barcelona es proporcional al espacio que ocupan las persianas bajadas. Las hay que están cerradas por vacaciones, pero muchas no volverán a abrir. Los rótulos de "se alquila" imploran un milagro para vencer una crisis que ya no es una amenaza sino una evidencia. Sergi Pàmies en la Vanguardia está hablando de ello desde muchos puntos de vista, todos alarmantes, porque el paisaje impresiona, te sitúa en eso que los psicólogos llaman anticipación negativa, que es el sufrimiento de toda la vida. Los pocos turistas que pululan por la ciudad lo viven de otra manera. Al igual que nosotros cuando viajamos fuera, exprimen un carisma arquitectónico impermeable a las catástrofes y s'avituallen cualquier local con aire acondicionado y decoración hipster.

En cierto modo los barceloneses han recuperado su ciudad, la anterior a 1992 que es donde empezó la avalancha turística descontrolada. Ya con el naranjito y el mundial de fútbol que ganó Italia, al año siguiente empezaron a venir muchos italianos a Catalunya, pero no todos a BCN. Esta Barcelona preolímpica, no dependía del turismo, era seguramente más provinciana que cosmopolita y se podía visitar sin prisas ni aglomeraciones. Y esta ciudad ha existido y sobrevivido años y años viviendo sin esta masificación de gente, y viva muy viva, sin este turismo que ahora ha desaparecido y veremos cuándo y cómo volverá, por tanto habrá que reestructurar la oferta tanto de ocio como comercial, un aspecto que ya se tenía que haber empezado a hacer antes, pero nadie previó lo que pasaría en el primer trimestre de 2020. No se trata de decadencia sino de reestructurar la oferta de la ciudad de la misma manera que se debe reestructurar el club de Fútbol que lleva su nombre o al revés como diría José Luis Núñez.

 "La Rambla a esa hora hervía de gente. Gente, y más gente y más gente, todos desconocidos, todos extraños, un desfile de fantasmas sin parar ". - Fernando Vallejo.