¿Será posible que no hayas aprendido nada? ¿Será posible que ignores que en casa el inodoro se llama como tú?. Después de 6 años de ejercer de Monarca, como funcionario pagado con el dinero del erario, todo ello 8 millones de euros al año de nada. ¡Viva el Rey de bastos!
Mira por donde, te llamas como el inodoro de mi casa! Ya sé que culpa tuya no es. El hábito de decirle 'can Felip' al lugar donde se encontraba la comuna, y ahora el inodoro, ya puedes imaginarte de donde viene. Pero la culpa no es ni tuya ni mía. Hubiera sido mucho mejor que tu padre hubiera demostrado algo de sensibilidad hacia Cataluña. Nosotros no tendríamos que relacionarnos con alguien que tiene un nombre que nos recuerda hechos nefastos. Y tú, cada vez que se te nombra, te hubieras ahorrado ser asociado con un lugar donde sólo los que sufren estreñimiento van a celebrar algo de vez en cuando.
Bueno, el caso es que una de las características de tu linaje consiste en no darse cuenta cuando la gente ya tiene bastante. Lo que los franceses pulidos llaman "n'avoir assez", y si he elegido el francés es porque me parece haber leído que una noche, hacia el 1789, un tu ancestro fue despertado por alguien que le prevenir que afuera había alboroto. Como no se había enterado realmente de lo que pasaba preguntó: "Es una revuelta?". El otro fué claro y directo: "No, sire, es una revolución".
La realidad es que aquellos despistados se fueron de donde eran, en Francia quiero decir. Pero la rama que había ido a parar a España continuó una temporada más haciendo de las suyas. No duraron demasiado, no creas. Unos ciento treinta años, que en términos históricos es una nimiedad. Este de la rama española también pareció que no se enteraba demasiado bien de que el siglo XIX ya había pasado antes de que él llegara. Y que España, a pesar de todo, estaba en una situación que merecía cierta atención. Ya lo decía Indalecio Prieto "hay españoles que cagan sentados y otros que lo hacen de cuclillas". El caso es que tu ancestro todo esto se lo pasó por la axila. Se pensaba que todo el mundo cagaba como él. Es decir, sentado. ¿Sensibilidad territorial? Nula. Creerás que le ofreció a un catalanista el cargo más importante que tenía a cambio de que renunciase a su catalanidad? ¡Hay que ser burro! Todo ello, inconsciencia e ignorancia, hizo que tuviera que coger un barco y salir por piernas.- Xavier Roig
Pero he aquí que un tipo que nos quería ver desaparecidos (a los catalanes quiero decir, porque al resto no les tenía ninguna manía especial) nos endosó a tu padre, si hombre! Doña Francisquita de un solo huevo..., quién si no ... La realidad es que cuando el tipo que nos quería aniquilados se murió, tu padre cogió y se apoltronó. Digo apoltronó porque gracias a unos hechos que tuvieron lugar en febrero de 1981, se blindó y adquirió patente de corso. En palabras corrientes: se podía mear en la boca de cualquiera, que no le pasaba nada. Pero, como le sucedió a su abuelo, había olvidado que el tiempo pasa. Y las generaciones nuevas no estaban de puñetas. Lógico, las costumbres cambian y la juventud de hoy no respeta nada. Y ahora, va tu padre (El apoltronado emérito), y se va a hurtadillas un domingo por la noche, Juan Carlos I 'el campechano', pasará a los anales de la historia como Juan Carlos I 'sálvese quien pueda', hacia la República Dominicana (dicen). Él se ha ido y no sé si se ha llevado el inodoro quelleva tu nombre, pero lo que si sé es que te ha dejado toda la mierda.
Mira por donde, te llamas como el inodoro de mi casa! Ya sé que culpa tuya no es. El hábito de decirle 'can Felip' al lugar donde se encontraba la comuna, y ahora el inodoro, ya puedes imaginarte de donde viene. Pero la culpa no es ni tuya ni mía. Hubiera sido mucho mejor que tu padre hubiera demostrado algo de sensibilidad hacia Cataluña. Nosotros no tendríamos que relacionarnos con alguien que tiene un nombre que nos recuerda hechos nefastos. Y tú, cada vez que se te nombra, te hubieras ahorrado ser asociado con un lugar donde sólo los que sufren estreñimiento van a celebrar algo de vez en cuando.
Bueno, el caso es que una de las características de tu linaje consiste en no darse cuenta cuando la gente ya tiene bastante. Lo que los franceses pulidos llaman "n'avoir assez", y si he elegido el francés es porque me parece haber leído que una noche, hacia el 1789, un tu ancestro fue despertado por alguien que le prevenir que afuera había alboroto. Como no se había enterado realmente de lo que pasaba preguntó: "Es una revuelta?". El otro fué claro y directo: "No, sire, es una revolución".
La realidad es que aquellos despistados se fueron de donde eran, en Francia quiero decir. Pero la rama que había ido a parar a España continuó una temporada más haciendo de las suyas. No duraron demasiado, no creas. Unos ciento treinta años, que en términos históricos es una nimiedad. Este de la rama española también pareció que no se enteraba demasiado bien de que el siglo XIX ya había pasado antes de que él llegara. Y que España, a pesar de todo, estaba en una situación que merecía cierta atención. Ya lo decía Indalecio Prieto "hay españoles que cagan sentados y otros que lo hacen de cuclillas". El caso es que tu ancestro todo esto se lo pasó por la axila. Se pensaba que todo el mundo cagaba como él. Es decir, sentado. ¿Sensibilidad territorial? Nula. Creerás que le ofreció a un catalanista el cargo más importante que tenía a cambio de que renunciase a su catalanidad? ¡Hay que ser burro! Todo ello, inconsciencia e ignorancia, hizo que tuviera que coger un barco y salir por piernas.- Xavier Roig
Pero he aquí que un tipo que nos quería ver desaparecidos (a los catalanes quiero decir, porque al resto no les tenía ninguna manía especial) nos endosó a tu padre, si hombre! Doña Francisquita de un solo huevo..., quién si no ... La realidad es que cuando el tipo que nos quería aniquilados se murió, tu padre cogió y se apoltronó. Digo apoltronó porque gracias a unos hechos que tuvieron lugar en febrero de 1981, se blindó y adquirió patente de corso. En palabras corrientes: se podía mear en la boca de cualquiera, que no le pasaba nada. Pero, como le sucedió a su abuelo, había olvidado que el tiempo pasa. Y las generaciones nuevas no estaban de puñetas. Lógico, las costumbres cambian y la juventud de hoy no respeta nada. Y ahora, va tu padre (El apoltronado emérito), y se va a hurtadillas un domingo por la noche, Juan Carlos I 'el campechano', pasará a los anales de la historia como Juan Carlos I 'sálvese quien pueda', hacia la República Dominicana (dicen). Él se ha ido y no sé si se ha llevado el inodoro quelleva tu nombre, pero lo que si sé es que te ha dejado toda la mierda.
0 Comentarios