EL ÚLTIMO PERFUME DE YUGOSLAVIA


Con Sarajevo bajo asedio, las tres únicas medallas que los serbios ganaron en los Juegos de Barcelona fueron en tiro con pistola y rifle a 10 metros y tiro con rifle en posición extendida a 50 metros. Los atletas Bosnios no ganaron ninguna medalla. Plàcid Garcia-Planas reflexiona sobre el hecho de participar en unas olimpiadas, en este caso la de Barcelona 92. Me quedo con la parte final del artículo, que podeis leer entero, aquí.

"Después de vivir los Juegos en Barcelona, regresé a Sarajevo. Ese agosto, en sólo tres semanas pasé de bailar Amigos para siempre en la ceremonia de clausura a contemplar –oh, Europa– un charco de sangre espesa sobre el que había unas gafas de hombre, un pasaporte yugoslavo y un paquete de cigarrillos Colorado, como si alguien lo hubiese colocado allí sin prisas, con sumo cuidado, antes de iniciar un largo viaje. Medio metro más allá había otras gafas, de mujer, un par de ciruelas, zapatos ensangrentados, una dentadura postiza y los restos de dos cerebros sobre los que revoloteaban moscas.

De ciudad olímpica a ciudad olímpica. La capital bosnia había acogido en 1984 los Juegos de Invierno y, ocho años después, con todo reventado, en el fondo de una tienda encontré al Cobi de Sarajevo: Vucko. Silueteado como ambientador de coche y sellado en plástico. Lo abrí y todavía olía. Me pareció el último perfume de Yugoslavia: al regresar a Barcelona lo plastifiqué al vacío para que no perdiera una molécula de aroma. No lo he vuelto a abrir.

“Yo soy serbio, mi mujer es musulmana, a nuestros hijos, que no sé exactamente qué son, les hemos puesto nombres croatas, y ahora estamos aquí tan contentos, cantando canciones gitanas”, me dijo una noche, en un sótano, el padre de Dino, un niño de 12 años que mostraba con orgullo las cuatro medallas que acababa de ganar, tres de plata y una de oro. Todas de papel: coincidiendo con los Juegos de Barcelona, los niños del barrio organizaron unas olimpiadas paralelas.
Perdí el rastro del comandante serbio que impedía salir al judoca y a la mediofondista hacia la capital catalana. Hasta que, hace tres años, la justicia bosnia lo acusó formalmente por la masacre de Srebrenica: ocho mil ejecutados, la mayor matanza en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Ni el judoca ni ninguno de los diez atletas bosnios que, en seis deportes diferentes, participaron en los Juegos de Barcelona ganaron medalla alguna.
Los que sí ganaron medallas fueron dos serbias y un serbio. Una medalla de plata en tiro con pistola de aire a 10 metros, una de bronce en tiro con rifle de aire a 10 metros y otra de bronce en tiro con rifle en posición tendida a 50 metros.

Como dijo el barón de Coubertin, lo importante es participar.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente