El supermercado de Países Bajos Jumbo ha decidido adoptar una medida destinada a aquellos que quieran darse un respiro mientras hacen la compra y para paliar en cierta manera la soledad de aquellas personas que lo necesiten. Después de una inicial introducción exitosa en 2019, Jumbo ha anunciado la llegada de doscientas 'Kletskassas' -cajas lentas- más para este año.
“Si podemos jugar incluso un pequeño papel en la lucha contra la soledad, eso es genial. Esto es lo que queremos ser en Jumbo: ver realmente al cliente, tocar el corazón, ver la alegría en la cara", asegura la directora general de la empresa, Colette Cloosterman-van Eerd. Debido a todos los medios digitales y las prisas cada vez mas grandes, se nota que la necesidad de calor humano es cada vez mayor. Realmente es un pequeño esfuerzo ayudar a llenar la bolsa en las cajas y tener una agradable conversación al mismo tiempo. Demuestras que todos importan”, añade la Cloosterman-van Eerd.
"Hacemos esto de varias maneras, incluidas nuestras 'Kletskassas'. Estamos orgullosos de que muchos de nuestros cajeros quieran sentarse detrás de una 'Kletskassa' [Caja registradora]. Es un gesto pequeño, pero muy valioso, especialmente en un mundo que se está digitalizando y acelerando”, afirma Colette.
"Por lo general, hago mis compras todos los días, a menudo por la mañana, cuando está más tranquilo. Aquí siempre ha habido tiempo para charlar en el Jumbo, yo vengo desde hace veinte años. No tienes que lidiar con clientes impacientes en la fila. Con los cajeros más jóvenes hablo principalmente de charlas triviales, eso es divertido", asegura Annie, de 72 años y clienta de una tienda de la localidad de Udenhout. Prefiero hablar realmente sobre mí con los empleados mayores. Eso da una buena sensación. Tengo bastantes 'hobbies' y contactos sociales, pero también conozco gente para la que el supermercado es el único punto de contacto del día”, agrega Annie.
En España, la soledad es la epidemia silenciada que afecta a más de 5 millones de españoles. Quién sabe si en un futuro también se implanta este tipo de medidas de carácter social para intentar paliar este problema de algún modo, aunque me temo que aquí esto no lo veremos; quizás las farmacias ya llevan a cabo esta función, a su modo. Hay que decir, que al menos en mi barrio, las señoras mayores son las más expertas en colarse, a la que te descuidas, siempre tienen prisa y el caldo en el fuego - es un tópico, pero real como la vida misma -, y si no se cuelan, se ponen nerviosas si la cola no avanza rápido. Esto no quita – otro tópico real como la vida misma – que después al salir del Super, estén charlando un buen rato con alguna conocida. Aquí, lo único que tenemos en algunos supermercados grandes es la caja rápida, o sea, totalmente al revés del supermercado de los Países Bajos.
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