A vueltas con los patinetes y la prohibición por seis meses de subir con ellos a los transportes públicos, el director del periódico Albert Saez, pone el dedo en la llaga en su artículo de hoy.
"Para gente de cierta edad y cierta extracción social, los patinetes son un juguete para niños. La realidad, hoy, en una conurbación como Barcelona, es otra bien distinta. El patinete eléctrico es el medio de transporte de la última milla para decenas de miles de trabajadores, son los que no tienen el transporte público en la puerta de su casa y que tienen su puesto de trabajo en un polígono industrial incomunicado si no es en coche o en moto. que saben que el planeta los necesita y entienden que combinar el transporte público con el patinete es más sostenible que utilizar el coche o la moto que queman combustibles fósiles, son los que compran patinetes homologados por la UE y los conducen responsablemente sin saltarse las normas de tráfico ni para vehículos ni peatonales, pero toda esta gente no existe para los tecnócratas de la Autoridad del Transporte Metropolitano de Barcelona que, tomados de un ataque de pánico por el incendio de una batería de patinete , han decidido proh ibir su uso en los trenes, metros y autobuses de la capital catalana. La medida, comprensible si sólo se piensa en los riesgos y responsabilidades en un nuevo accidente, ignora una realidad social evidente para cualquier usuario de la red pública. Estaría bien que, antes de decidir algo así, se pasearan por los servicios que regentan".
Lo que deberían hacer estos tecnócratas, es lesgislar para que llevaran casco, matrícula identificatoria y tuvieran un seguro, lo que deberia ser extensible a los ciclistas, y no sólo los riders, sinó en general.
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