El caso es que el cambio climático lleva varios años siendo una amenaza real que afecta a la población. En Cataluña, por ejemplo, se decretará mañana la emergencia en 200 municipios, incluido Barcelona. El turismo, el principal motor de la economía española, también empieza a verse perjudicado. Este invierno la nieve es escasa. CaixaBank Research, por su parte, ha constatado que las zonas más cálidas de España tuvieron un crecimiento del gasto más lento en los últimos años.
Hay quien ha encontrado soluciones alternativas. Ante el agravamiento de la sequía y las restricciones a piscinas que supondrá la inminente entrada en emergencia, la solución para bañarse con el buen tiempo depende de llenarlas con agua de mar. Y ya hay particulares, comunidades y negocios -como hoteles- que apuestan. Lo atestigua la empresa Aquamarina Costa Brava, con sede en Ullà (Baix Empordà), que ha empezado a llenar piscinas con agua captada directamente desde un barco en el litoral del Alt Empordà. La transporta en cisternas de 24.000 litros y como explica su socia fundadora, Judit Puig, muchos motores ya están preparados para soportar su salinidad. En plena temporada baja, Aquamarina tiene ya más de una veintena de peticiones y la lista de espera crece día tras día. El agua de mar se transporta desde el punto de captación a la piscina con camiones cisterna de 24.000 litros. De entrada, según concreta Puig, no hace falta tratarla y se puede verter directamente. Eso sí, los clientes deben asegurarse de que el motor que tienen instalado -en aquellos casos en los que la piscina ya sea de agua salada- es adecuado.
"Básicamente, lo que diferencia una de otra es la salinidad; en el caso de las piscinas de agua salada, ésta suele estar en 6 gramos por litro, mientras que el agua de mar la tiene mucho más elevada, de 36 gramos", concreta la socia fundadora de Aquamarina. "Generalmente, sin embargo, los motores de piscinas de agua salada también están preparados para tenerla de mar", especifica Puig. Además de los motores, también debe tenerse en cuenta que una vez la piscina se vacíe, el agua de mar debe verterse en la red de lluvias.
Actualmente, Aquamarina Pools -la nueva división de la empresa- está preparada para llegar a llenar entre dos y tres piscinas todos los días. Ofrece el servicio tanto en comarcas gerundenses como en el área de Barcelona. Hace poco que lo ha puesto en marcha, y de momento ha recibido ya más de una veintena de peticiones y la lista de espera crece día tras día. Son tanto de particulares como de comunidades de vecinos o de negocios (como hoteles o campings). "La gente se ha dado cuenta de que el agua de mar, en estos momentos, es la única alternativa", explica Judit Puig. Y de hecho, Aquamarina ya trabaja para tener más camiones cisterna. Consciente, también, de que si la sequía revierte, esta alternativa "seguirá siendo buena en un futuro, porque el agua de mar es un recurso abundante que permite aliviar la presión sobre aquellos otros hídricos", concreta la socia fundadora.
Recuerdo hace 13 años, cuando todavía trabajaba, que una panificadora industrial ya empleaba agua de mar para hacer el pan y la bollería. Y el encargado ya en aquellos tiempos decía: Con el panorama que se presenta pronto lo hará todo el mundo. Pero hace dieciocho años no estaba nuestra sociedad preocupada por el cambio climático, de hecho todavía no lo está ahora, seguimos viviendo en la ciudad alegre y confiada. Recordemos a Fuster: La víspera de una guerra, a menudo, o casi siempre, parece una fiesta. Y tenemos dos guerras a la vista, la del cambio climático y la tercera mundial.
Está por ver cómo va a afectar la subida de temperatura a la "industria" turística, a la vida cotidiana de la gente y a los rentistas que han comprado tanto piso.
ResponderEliminarBueno, la estupidez del personal es mucha, aquí en Sabadell querían hacer una piscina de para surfear, en Madrid amplían el Aeropuerto, en Barcelona este año han venido 3 millones de cruceristas. Es un dislate que no parece detenerse.
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