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Esta narración es una parte de la guerra que no suele contemplarse, y es la más angustiosa, la que afecta a la gente, a lo cotidiano, a los niños. Hay unas imágenes de Ucrania de un padre con un cochecito, la madre con un niño de tres o cuatro años en brazos, y otros dos a su lado, el mayor arrastra una maleta con ruedas, y da la sensación de que van perdidos en medio de una carretera. Pero todo esto no puede percibirse en su crudeza si no estás en el lugar, en directo y en el momento. Pues corres el peligro de banalizarlo verá como si fuera un reportaje o una película, y desgraciadamente, aquí, los muertos, el sufrimiento, la tragedia, son reales. cruelmente reales... "A la familia sólo le quedan 500 metros al aire libre, bajo el bombardeo de la artillería rusa, para esperar llegar a la furgoneta blanca que les espera al final del camino para dejar atrás a Irpín, un pueblo de los suburbios occidentales de Kiev, devastado por los bombardeos durante varios días.El hijo pequeño, un niño con una capucha de Spiderman y una cartera en la espalda, sube a un tablón que atraviesa el río, bajo las ruinas de un puente de hormigón destruido, cogido de la mano de su padre.El hermano mayor de Spiderman le sigue, con un gato en los brazos y una maleta en la mano. Los padres también llevan paquetes. Con la ayuda de soldados ucranianos, suben un terraplén de el otro lado, en este momento, una salva de artillería corta el aire, tras el terraplén, a solo 100 metros, una bomba levanta una nube de tierra y humo. Intemperie por una carretera, aterrorizados, para llegar a la furgoneta blanca, que se desplazará por su cuenta hasta la zona de recepción, a un kilómetro de distancia. Al pie de la furgoneta, el niño con la capucha de Spiderman fija su mirada en dos cuerpos, apenas tapados con una manta. Dos civiles en el mismo proceso de evacuación fueron heridos mortalmente por disparos rusos, en el punto de encuentro de la lanzadera de evacuación. Uno está tumbado boca arriba, con la maleta al lado. Al lado del otro cuerpo, la caja de un gato. Dentro, ningún sonido ni movimiento. La familia del pequeño Spiderman, es empujada hacia la furgoneta, que se aleja a toda velocidad por la carretera, bajo los gritos de un soldado ucraniano. Al final del camino, un autobús escolar amarillo les llevará directamente a la estación para tomar un tren de evacuación en dirección oeste. Están a salvo, pero nunca podrán olvidar las terribles imágenes que han visto durante su evacuación".
Esta guerra medio olvidada de Ucrania, que debía durar quince días y lleva ya dos años y medio, me recuerda un chiste de Victor Canicio sobre un partisano búlgaro que escribe en su diario:
Lunes - Hoy hemos desalojado del bosque a los fascistas.
Martes - Hoy los fascistas nos han desalojado del bosque.
Miércoles - Hoy hemos desalojado nuevamente del bosque a los fascistas.
Jueves - Hoy los fascistas nos han desalojado de nuevo del bosque.
Viernes - Hoy hemos combatido todo el día en el bosque.
Sábado - Hoy el guardia forestal nos ha desalojado del bosque, a nosotros y a los fascistas."
Un poco de sentido del humor, de ironía, siempre va bien y a veces conviene, aunque acabe transformándose en sarcasmo. El conflicto en Ucrania está enquistado, y desgraciadamente no hay ningun guardia forestal para desalojar a unos y a otros.
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