LAS TRECE ROSAS, LA VERDAD TRAS EL MITO

La Guerra Civil había acabado, no la furia de los vencedores. El 5 de agosto de 1939, trece jóvenes, conocidas como “las Trece Rosas”, murieron fusiladas. Pertenecían al Partido Comunista y las Juventudes Socialistas Unificadas, la entidad que surgió cuando se fusionaron las organizaciones juveniles del PCE y del PSOE. 
En los últimos años, estas muchachas, como mártires de la izquierda, se han convertido en auténticos iconos. Se ha dicho que el franquismo las ejecutó solo porque eran progresistas. Incluso hay quien sostiene que ni siquiera se las sometió a juicio. El historiador Roberto Muñoz Bolaños, doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid, en un documentadísimo estudio que dará que hablar, contradice esta visión. 
Muñoz Bolaños ha investigado a partir de la documentación del proceso: su conclusión es que “las Trece Rosas” fueron perseguidas porque estaban involucradas en una operación de lucha armada contra la dictadura.
Algunas de las mujeres de las trece rosas

Lo más sorprendente del estudio son las declaraciones de las protagonistas en el juicio. La mayoría inculparon a sus compañeras, e incluso a familiares, mientras intentaban minimizar su propia responsabilidad. Con su vida en juego, hubo quienes dijeron cualquier cosa para salvarse. No fueron, por tanto, heroínas, pero sí víctimas de la crueldad del régimen. En esto no se diferenciaron de los hombres con los que compartieron militancia, que también hablaron ante el juez más de lo que hubiera sido conveniente.

Un militar que actuó contra las Trece Rosas se llamaba Manuel Gutiérrez Mellado, futuro protagonista de la Transición, el héroe de la democracia en el golpe de Estado del 23-F. Por entonces era un franquista convencido. Su caso nos muestra la complejidad de un pasado en el que los grandes personajes no siempre tienen el currículum intachable que nos gustaría.

La ejecución del grupo de muchachas pasó, en un primer momento, desapercibida. Muñoz Bolaños analiza cómo llegó a convertirse en un mito tras el fin de los consensos de la Transición y el auge del movimiento de la memoria histórica. 

En un contexto como el de nuestro país, marcado hoy por la fuerte polarización política, lo más probable es que Las 13 Rosas. La verdad tras el mito no guste a todo el mundo. Sin embargo, se trata de un intento honesto de escribir historia sin prejuicios ideológicos a partir de lo que podemos demostrar con las fuentes. - Roberto Muñoz Bolaños.

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