“Si es por el cambio climático, ¿por qué solo arde el oeste y no el este?”. Pues mira, es fácil de explicar: al ser plana la Tierra, el sol quema más en el oeste de España a medida que va pasando el día. Piensa que cuando el sol sale por el este acaba de levantarse y, por tanto, no está todavía lo suficientemente caliente. Pero cuando se pone, lo hace por el oeste, cuando ya ha tenido tiempo para calentarse. Por eso tiene ese tono tan anaranjado, incluso rojizo. El mismo color que el de las llamas.

Te lo explica muy bien @sergioeduca. Pero sabemos que detrás de tu pregunta hay algo más, que vas más allá. “Más de cien pirómanos se ponen de acuerdo para quemar España a la vez. Hazte preguntas”, dice en sintonía @donaresvivir7. O Hermann Tertsch: “No sé si quedan muchos españoles que no crean perfectamente capaces a Sánchez y Zapatero de orquestar los incendios y lo que haga falta por sus intereses políticos o comerciales”.

Así es. Una treintena de pirómanos ha detenido la policía, y hay más de 90 personas bajo investigación. Tantos incendios simultáneos solo pueden ser resultado de una acción coordinada. ¡Porque Sánchez se ha vendido a los chinos! Viajó a China, este año, y se reunió con los capos de extracción de minerales del país. Les prometió la extracción en España: litio, cobalto, tungsteno, antimonio, níquel... lo que haga falta.

Como muestra, todos estos mapas que cuelgan nuestros patriotas en las redes. Los yacimientos de minerales se localizan en Galicia, Castilla y León, Extremadura, el oeste de Andalucía... ¿Dónde hay incendios ahora? Exacto, allí mismo.

No hagas caso a los woke. “Ahora los incendios son porque Sánchez quiere dar tierras raras a los chinos”, dice guasón @martinezabarca. E ignora el tono d'@esterkatty y su gracieta de que es una lástima que Sánchez no quiera dar “españoles raros” a los chinos, “porque nos habría quedado un país niquelado”.

Farfolla. Sánchez es un pirómano, un incendiario. Es cierto que los presidentes del PP que lideran todas esas comunidades autónomas podrían haber hecho como Almeida. Hace tiempo que sabe de qué calaña está hecho Sánchez y en previsión, entre balonazos a niños y fotógrafos y pelotazos para Florentino, mandó talar el máximo de árboles en Madrid para que no se los quemara. Y fíjate cómo luce lorenzo en la Puerta del Sol. Como tiene que ser.

Pero no nos distraigamos. El cambio climático no es la explicación a los fuegos. La culpa, ya lo sabes, es de los incendiarios. Te dirán que las estadísticas oficiales constatan desde hace décadas que el 95% de los incendios son debidos a la acción humana, qué pirómanos siempre ha habido, pero que el calentamiento global provoca que los incendios se propaguen más fácilmente. Pero la verdad es que Sánchez es Saurón.

No es una exageración. Lucía Etxebarria nos hizo ver en X que el presidente, cuando compareció para reclamar un pacto de Estado para hacer frente a “la emergencia climática”, no llevaba ningún anillo. Ni el de casado ni ningún otro. Porque a Sánchez le han robado el Anillo Único y, lleno de cólera, con ese rostro consumido por la maldad, ha mandado quemarlo todo. Necesita los minerales que ha pactado con los chinos para forjarse uno nuevo.

Es tanta su vileza que de ser realmente un personaje de Tolkien, habría hecho como el personaje de Niebla Augusto Pérez para  dirigirse al autor y amenazarlo con dejar en cenizas todos los paisajes que llenan tres cuartas partes de El señor de los anillos, que hacen de él el más aburrido de los libros.

Abracémonos. Siempre nos quedará el amor, la curiosidad y el prozac. Pero nunca dudas de que Sánchez está detrás de todos los incendios, - como anticipaba un lejano 2022 Carlos Dávila - y que eres de ese tipo de personas que es incapaz de captar la sátira en este artículo. Àlex Tort

Para acabar de remachar en el trasunto del asunto, os dejo una hermosa imagen del jefe de la oposición jugándose la vida mientras apaga un fuego en su Galicia natal, ayudado por herramientas de última tecnología para combatir el fuego, dejando constancia de que si él solo no apaga todo el fuego es porque no quiere. Achicharraito...