La rana hervida o cómo la IA come empleo. Un estudio del MIT asegura que se podría sustituir ahora mismo al 11,7% del mercado laboral de Estados Unidos - Francesc Bracero en la vanguardia.com

El síndrome de la rana hervida establece que, si se intenta introducir una rana en un recipiente con agua hirviendo, el animal saltará para escapar del calor extremo, pero si el agua se calienta poco a poco con la rana dentro, acabará cocida, porque se irá acostumbrando a la subida gradual de la temperatura hasta que sea demasiado tarde para escapar. Puede que esta sea la metáfora que mejor ilustra cómo la inteligencia artificial ha empezado a destruir puestos de trabajo sin que ahora percibamos que existe una amenaza inmediata. Al menos eso apunta un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), que concluye que la IA podría sustituir ahora mismo al 11,7% del mercado laboral de Estados Unidos –único país en el que se centra el informe– lo que afecta a una cifra de unos 1,2 billones de dólares en salarios de sectores como el financiero, el sanitario y otros de servicios.

El MIT y el Laboratorio Nacional Oak Ridge, que alberga en sus instalaciones Frontier, uno de los supercomputadores más potentes del mundo, han creado una herramienta de simulación laboral para obtener estos resultados que se llama Índice Iceberg. Es una especie de gemelo digital del mercado laboral de Estados Unidos que representa cómo interactúan 151 millones de trabajadores con la IA y las políticas de las diferentes administraciones. El nombre no parece escogido al azar. En un iceberg vemos sólo un 10% de la masa de hielo. El 90% permanece bajo las aguas.

Dentro del índice Iceberg, cada uno de los trabajadores estadounidenses es considerado como un agente individual sobre el que se tienen en cuenta sus habilidades, sus tareas, su ocupación y el lugar en el que vive. Este instrumento de simulación incluye más de 32.000 capacidades para 923 ocupaciones diferentes en 3.000 condados del país. Con todo eso reunido, establece dónde pueden realizar hoy esas mismas tareas los actuales sistemas de inteligencia artificial.

La punta de ese iceberg ilustra cómo ha afectado hasta ahora la llegada de la inteligencia artificial al mercado laboral, que por el momento representa sólo el 2,2% de la exposición salarial total, unos 211.000 millones de dólares que se han recortado en áreas de actividad como la tecnología, la informática y las tecnologías de la información. Por debajo, corre la amenaza real de la inteligencia artificial sobre los puestos de trabajo que ya están expuestos a la IA, que podría afectar a unos 1,2 billones de dólares en salarios. Lo que la máquina ya puede sustituir son funciones rutinarias en áreas como los recursos humanos –una actividad que no suele incluirse en previsiones de automatización de las empresas– así como trabajos relacionados con la logística, las finanzas y las tareas administrativas.

Lo más inquietante de los resultados es que, según la herramienta, más de uno de cada diez estadounidenses ya podría ser enviado a casa porque una IA haría su trabajo, aunque los empleadores no se hayan puesto todavía a considerar esos recortes. Los creadores del Índice Iceberg han aclarado que este no es una especie de oráculo que predecirá el tiempo o el lugar en los que desaparecerán puestos de trabajo a causa de la IA. El propósito de esta herramienta es disponer en cada momento de una instantánea focalizada en las habilidades laborales que los sistemas de inteligencia artificial ya tienen, de forma que se puedan planificar y anticipar posibles inversiones o legislación. Tres estados Tennessee, Carolina del Norte y Utah, han ayudado a validar el modelo utilizando sus propios datos laborales y han empezado a planificar escenarios de futuro.

Algunas empresas ya han calculado que les sobran grandes grupos de empleados porque la IA les permite prescindir de ellos. Así se enmarcan anuncios como el que recientemente hizo HP para recortar unos 6.000 puestos de trabajo en un plan de optimización. Los puestos más afectados serán los de desarrollo de producto, administración y atención al cliente. En septiembre pasado, Lufthansa anunció que eliminará 4.000 empleos del área administrativa por la adopción de la IA. Un reciente informe de la consultora McKinsey señala que la IA y la robótica podrían automatizar actividades que representan el 57 % de las horas de trabajo en Estados Unidos. Hace unos meses, Microsoft elaboró una lista con las 40 profesiones más en riesgo por la IA generativa. Entre ellas se incluyen historiadores, representantes de ventas, traductores, redactores técnicos y científicos de datos.

Aunque parezca una broma, justo antes de Navidades, OpenAI ha lanzado su propia herramienta de compras. La agotadora tarea anual de la compra de regalos puede transformarse en los próximos años gracias a la inteligencia artificial. Perplexity también ha añadido un servicio de este tipo que incluso permite probarse prendas de forma virtual mediante avatares. Y Google ha introducido anuncios en su modo IA, una forma de llevar directamente a los clientes hasta el producto que se anuncia. Buscar cualquier cosa y que la IA ofrezca ahora al usuario los enlaces a las ofertas más ventajosas es sólo cuestión de hacer las preguntas correctas. Los servicios de compra de un futuro que no parece muy lejano serán agentes de inteligencia artificial que harán todas las compras sin que el usuario intervenga más que para decirle qué necesita. Siempre y cuando, claro, tenga trabajo y dinero para gastar. Hasta Papá Noel puede perder el puesto. Quizás la rana era él. Quizás lo somos muchos de nosotros.

DeepSeek vuelve a poner en aprietos a todos. Nuevos modelos de IA de la startup china DeepSeek son capaces de competir e incluso superar a los modelos más avanzados de compañías como OpenAI, Google y Anthropic. DeepSeek lanzó ayer V3.2 y V3.2-Speciale, dos modelos de razonamiento de inteligencia artificial que reducen enormemente los costes y son accesibles para cualquiera mediante una licencia de código abierto. La variante Speciale obtuvo medallas de oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas y la Olimpiada Internacional de Informática de 2025.

Genesis Mission, nuevo impulso de Trump a la IA. La Casa Blanca ha anunciado que pone en marcha Genesis Mission, una plataforma que conectará los mejores superordenadores del país, sus instalaciones experimentales, sistemas de inteligencia artificial y conjuntos de datos en todos los ámbitos científicos que contribuyan a disparar la productividad y la innovación en ese país en una década. Los principales campos de desarrollo serán la energía, la ciencia y la seguridad, Entre los colaboradores de ese proyecto están la mayoría de las grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos: OpenAI, Microsoft, IBM, AMD, Google, Amazon Web Services, Anthropic y Nvidia.

Una IA para el diagnóstico de enfermedades raras. Un modelo de inteligencia artificial llamado popEVE, desarrollado conjuntamente por el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona y la Harvard Medical School, ayuda en el diagnóstico de enfermedades raras, según ha publicado Nature. La IA utiliza la información evolutiva de las proteínas para predecir si una mutación genética específica es probable que cause una enfermedad, incluso en pacientes con mutaciones únicas en el mundo, para las cuales no existen datos familiares o casos previos registrados.